Buena parte del éxito de la convocatoria hay que apuntárselo al Gobierno Zapatero y a la torpe forma en que ha manejado todo este polémico y delicado asunto
Menudo día tuvo la marcha por la vida. Un sol espléndido bañaba Madrid en la jornada en el que una multitud ataviada de rojo atravesó su espina dorsal, de Sol a la Puerta de Alcalá para gritarle al Gobierno de Zapatero que no les gusta su nueva Ley del Aborto.
Y tampoco la trivialización de un asunto crucial o la ligereza con que loa abordan ministras como Bibiana Aidó. Y eso es lo que ha bullido en las gragantas de los muchos miles de personas que han participado en una marcha multitudinaria, iniciada pasadas las 17:00 horas y con el lema:
MÁS DE UN MILLÓN DE PERSONAS
Padres con sus niños en carritos, personas de todas las edades, familias numerosas, algunos curas, varias monjas…
La protesta contra la ampliación de la Ley del Aborto ha congregado esta tarde a cerca de un millón de personas, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, que han coreado lemas como «España unida lucha por la vida» o «Vida sí, aborto no».
Los organizadores elevaban la cifra de asistentes a dos millones de personas y la Comunidad de Madrid, a 1,2 millones. La Delegación del Gobierno de Madrid no va a facilitar datos sobre el número de asistentes.
Encabezados por la enorme pancarta de 15 metros por 1,20 que abrirá la marcha y tras caminar más de una hora por el centro de la capital de España, los manifestantes han llegado a la Puerta de Alcalá.
Allí, sobre un escenario de más de 80 metros cuadrados escoltado por tres pantallas gigantes, se han ido sucediendo todo tipo de testimonios, intervenciones y diversos actos de homenaje.
LA FARSA GUBERNAMENTAL
Ha sido, sin duda, la mayor concentración de la historia en contra del aborto y buena parte del éxito de la convocatoria hay que apuntárselo al Gobierno Zapatero y a la torpe forma en que ha manejado todo este polémico y delicado asunto.
Primero creando un debate ficticio sobre la ampliación del aborto cuando ni siquiera lo había incluido en su último programa electoral.
Luego poniendo en marcha una comisión parlamentaria que debatió a puerta cerrada, de espaldas a la ciudadanía, y escuchando básicamente, a propuesta del PSOE, a los representantes de las clínicas abortistas.
Más tarde, la ministra Bibiana Aído montó un pseudo, que no sesudo, Comité de Expertos en el que no sólo no se incluyó ni a un solo defensor de la vida, sino que la inmensa mayoría de los que lo formaban eran reconocidos abortistas.
Y el aldabonazo final se produjo cuando se conoció el contenido final de la ley, ignorando los informes contrarios del Consejo Fiscal y los consejos de los autores del Manifiesto de Madrid, informe estrictamente científico en el que se dejaba claro, en contra de las tesis de los expertos de Aído, que desde el mismo momento de la concepción ya existía vida humana.
NI PARTIDOS NI CONFESIONES RELIGIOSAS
Los organizadores han querido recalcar el carácter estrictamente civil de la convocatoria por lo que no se han admitido adhesiones de partidos políticos, aunque han sido abundantes los representantes públicos que, a título personal, se han acercado al acto.
Tampoco se han aceptado adhesiones de confesiones religiosas. No han asistido las más altas jerarquías de la Iglesia española, pero la movilización de la feligresía, desde las parroquias, ha sido absoluta.
Muy numerosas ha sido la asistencia de miembros del PP, encabezados por la número dos, Dolores de Cospedal. También ha habido diputados, senadores y dirigentes regionales como Esperanza Aguuirra, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Estaban también entre el público el ex presidente del Gobierno José María Aznar y el ex ministro del Interior y eurodiputado Jaime Mayor Oreja.
DEBATE PARLAMENTARIO EN NOVIEMBRE
El PSOE cuenta ya con apoyos para llegar a la mayoría absoluta que se precisa para sacar adelante el proyecto de ley.
Tiene los de ERC, BNG, IU, ICV y Nafarroa Bai. Para incorporar también al PNV necesitaría hacer modificaciones como las indicadas por la vocal del Consejo General del Poder Judicial, Margarita Uría, para que los padres de menores de edad (16 y 17 años) sean informados del aborto de sus hijas, o para precisar más los supuestos y la objeción de conciencia, entre otros.
En los últimos días, los socialistas han mantenido contactos informales con esos grupos y han constatado su resistencia a introducir esas modificaciones.
Incluso, algunos partidos han planteado modificaciones para ir más allá, como ERC que quiere ampliar el número de semanas en las que se puede abortar libremente.