La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, justificó esta medida por la necesidad de "facilitar la accesibilidad" al medicamento y contribuir a la reducción de embarazos no deseados
El dato da qué pensar. Un mes después de que se permitiera su comercialización sin receta médica, las ventas de la píldora del día después se han cuadruplicado. El debate sobre si se está haciendo un uso abusivo de la anticoncepción de emergencia se reabre.
El presidente de la Confederación Farmacéutica Española (Cofares), Carlos González Bosch, ha confesado, en una rueda de prensa recogida por Efe, que no quería expresar su opinión al respecto de esta situación pero ha invitado a los responsables sanitarios a analizar este fenómeno, así como al conjunto de la sociedad.
«Animo a las autoridades sanitarias a preguntarse si esto era lo que querían cuando decidieron poner a la venta, sin prescripción médica, la píldora poscoital.»
DESDE EL MINISTERIO
La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, justificó esta medida por la necesidad de «facilitar la accesibilidad» al medicamento y contribuir a la reducción de embarazos no deseados en jóvenes y adolescentes, insistiendo siempre en que se trata de un método anticonceptivo de «emergencia».
González Bosch ha comentado que desde el punto de vista analítico de una empresa, si se multiplican las ventas de cualquier producto, se pueden interpretar varias cosas.
- Una es que «había una demanda insatisfecha», que ha salido a la luz al no tener que acudir las jóvenes a un centro médico para adquirir la píldora
- El cauce de venta existente hasta el 28 de septiembre «no se adecuaba a la realidad»
Ante esta actuación «muy sorpresiva y rápida» del Ministerio de Sanidad, ha argüido que ésta es «una cuestión ciertamente singular que debe analizarse» por las personas que la promovieron y también por las organizaciones sociales y los ciudadanos en general.
OPOSITORES
Numerosos expertos y colegios de médicos, instituciones como el Defensor del Menor, las autoridades sanitarias de comunidades como Madrid, Cataluña, Navarra, Murcia o Galicia, representantes de la Iglesia Católica, la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) y partidos políticos como PP y CIU se posicionaron en contra de que las chicas puedan comprar la píldora sin receta.
Estos grupos expresaron su temor por que la venta libre de la píldora condicione el abandono del uso del preservativo como método anticonceptivo habitual y protector de enfermedades de transmisión sexual.
También lamentaron que las jóvenes no tuvieran la posibilidad de tener asesoramiento médico sobre la píldora, sobre cómo funciona y cuáles son las posibles contraindicaciones o efectos secundarios.
Además, alertaron de los problemas médicos que puede provocar un uso abusivo y denunciaron la incoherencia que supone vender sin receta una dosis masiva del mismo compuesto químico de las píldoras anticonceptivas que, por contra, sí exigen receta.
DENFENSORES
Partidos como el PSOE e IU, junto con organizaciones como la Sociedad Española de Contracepción (SEC), insistieron en la seguridad y la eficacia de esta píldora como medida preventiva de embarazos no deseados.
También el Consejo de la Juventud de España alabó el acceso libre a este modo de contracepción, una medida que calificaron de «positiva» porque asemeja a España a otros países de la Unión Europea.