Más información
El requisito determinante para poder acceder a tratamientos de reproducción asistida en el sistema sanitario público será ser «mujer estéril», según ha acordado el Consejo Interterritorial de Salud -órgano que reúne al Ministerio de Sanidad con las autonomías-.
La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha explicado este martes que la cartera básica de servicios solo cubrirá de forma gratuita la reproducción asistida para las mujeres menores de 40 años que tengan problemas de fertilidad o cuando lo tengan sus parejas masculinas, que tendrán que tener menos de 55 años. El número de ciclos financiados públicamente se limitarán a tres.
Mato ha asegurado que ha eliminado del borrador debatido este martes con las comunidades autónomas las referencias que daban por hecho que la mujer tenía que tener pareja masculina.
La ministra ha negado que se excluya a solteras y lesbianas, pero ha insistido en que habrá que tener un problema de infertilidad, lo que en la práctica deja fuera a mujeres sanas que decidan ser madres en solitario o parejas de mujeres homosexuales sin problemas de esterilidad.
La ministra de Sanidad asegura que se ha producido un «problema de interpretación», no sabe si «malintencionadamente», y ha insistido que se hablaba de pareja en el documento inicial porque no siempre es la mujer la que tiene el problema.
«A veces es el hombre el que tiene que someterse a los tratamientos porque es él el que tiene los problemas, por tanto se hablaba de pareja», ha explicado Mato, quien ha subrayado que ahora se habla solo de «personas» con problemas de fecundidad en lugar de «parejas».
«Se trata de que todas las mujeres que tenga un problema médico ella o su pareja puedan acceder a la fecundación dentro del sistema público».
Mato: «La falta de varón no es un problema médico»
Ana Mato ha explicado que finalmente no modificarán la redacción del real decreto de 2006 que establecía que solo se financiarían públicamente los tratamientos de reproducción asistida cuando hubiera un «diagnóstico de esterilidad o una indicación médica establecida».
Algunas comunidades utilizaban la ambigua redacción de la «indicación médica» para atender también a solteras o mujeres lesbianas, aunque ahora tampoco se sufragaban estos tratamientos en estos casos en todo el país.
Mato ha insistido esta martes que el criterio que se establece ahora es un «criterio médico, ni político ni partidista» y ha rechazado valorar la sentencia que ha condenado al Gobierno asturiano a indemnizar a una lesbiana a la que negó un tratamiento de fertilidad.
Se ha limitado a decir que «todas» las decisiones serán médicas de forma que «todas las mujeres con problemas médicos puedan tener un bebé».
Preguntada por qué criterio puede considerar el médico para incluir o excluir a un paciente de un diagnóstico de infertilidad, ha afirmado no verse preparada para contestar lo que se considera médico como problema de fertilidad, si bien precisó que no cree que «la falta de varón sea un criterio médico».
Las asociaciones de lesbianas amenazan con ir a los tribunales
La inclusión del requisito de esterilidad en la cartera de servicios básica común ha generado el rechazo de algunas comunidades autónomas como Andalucía, el País Vasco, Canarias y Asturias y de las asociaciones de homosexuales al entender que deja fuera de la financiación pública a lesbianas y mujeres sin pareja que pueden ser fértiles pero que necesitan de estos tratamientos para poder ser madres.
Las asociaciones de mujeres lesbianas y solteras ya han anunciado que acudirán a los tribunales si es necesario para defender su inclusión en la cartera de servicios. El PSOE, por su parte, acusa al PP de estar «empeñado» en discriminar a las mujeres.
ALGUNOS DETALLES RELEVANTES
- • Los tratamientos de Reproducción Humana Asistida incluidos en la cartera básica de servicios del SNS se realizarán con carácter terapéutico o preventivo.
- • Así se ha concretado atendiendo a criterios exclusivamente médicos por indicación de las sociedades científicas, como la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y la Sociedad Española de Fertilidad.
- • En ningún momento se hace segregación por condicionantes personales de las pacientes: el requisito es la esterilidad o que se aconseje, como prevención, esta terapia para garantizar su salud y la de su futuro hijo (además de criterios de edad, para que el tratamiento sea efectivo, no haberse sometido antes a esterilización voluntaria, etc.)
- • En cuanto a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, establece que no se puede obligar a nadie a tener relaciones sexuales con quien no quiere. Por supuesto, el Ministerio respeta esta sentencia y comparte plenamente el planteamiento.
- • Esto es independiente de que se vayan a adoptar criterios científicos y técnicos exclusivamente para decidir qué pacientes se someten a tratamientos de reproducción asistida.
- • La postura de Andalucía es llamativa. Andalucía, que no paga ningún medicamento hospitalario (acumula una deuda farmacéutica hospitalaria de más de 840 millones de euros), es decir, que no paga los tratamientos oncológicos, por ejemplo, de los andaluces, ahora anuncia que ellos seguirán atendiendo fuera de la cartera básica. No es el mejor ejemplo de coherencia política y seriedad en la gestión del dinero de los andaluces
- • Hay que recordar que, en 2011, la entonces ministra de Sanidad, Leire Pajín, aseguró que que el Sistema Nacional de Salud «no discrimina» a las mujeres lesbianas ni a las que no tienen pareja. Todas tienen derecho a la reproducción asistida, pero reconoció que no todas cumplen los requisitos para que la sanidad pública costee su proceso de inseminación. El Real Decreto 1030/2006 del 15 de septiembre de 2006, que fija la cartera mínima de prestaciones del sistema de salud, establece que la reproducción humana asistida sólo se financiará públicamente «cuando haya un diagnóstico de esterilidad o una indicación clínica establecida».