Menudo patoso. Aunque el tipo tiene excusa.
Tener un hijo es siempre algo ilusionante, pero a veces, tanta emoción juega malas pasadas.
En Estados Unidos se ha puesto de moda hacer fiestas por todo y hay una que, por el momento, no ha saltado del todo a España, pero que genera vídeos muy curiosos desde el otro lado del océano: la fiesta de revelación del sexo de un futuro hijo.
Todo siempre se reduce a que si aparece un color rosa, será niña, y si sale un color azul, entonces será niño.
Pero para llegar a esa conclusión, siempre se pasan por pruebas o juegos que involucran a ambos futuros padres, junto al resto de la familia, para que la sorpresa sea mayor.
Hay juegos sencillos como huevos pintados de rosa o azul, en el que todos están cocidos menos uno, y uno a uno se van rompiendo en la cabeza de la pareja hasta que uno de ellos explota y revela el sexo del hijo, otros usan una tarta que al cortarla está teñida del color del futuro bebé, y la que tiene que ver con nuestra historia: pirotecnia que, si no es controlada, puede ocasionar un problema muy, pero muy grave,.
Esta historia ocurrió en abril de 2017, en Arizona.
Un padre quiso sorprender a su mujer con una caja que explotaría cuando fuera alcanzada por una bala a corta distancia.