La capacidad de un niño de alegrarse infinitamente cuando le curas me mantiene ahí.
La mente humana es uno de los misterios en los que la ciencia más esfuerzo ha dedicado. Hoy, conocemos ya un 70% de su funcionamiento. Gracias a esto algunos médicos llevan años aplicando técnicas quirúrgicas al tratamiento de enfermedades mentales. En Periodista Digital hablamos con uno de estos pioneros.
Trabaja en el Hospital Niño Jesús de Madrid. Ha dedicado y dedica su vida al conocimiento de nuestro cerebro para luchar, sobre todo en niños, contra las enfermedades que nos hacen perder la cabeza. Defensor a ultranza de la Sanidad Pública, el doctor Francisco Villarejo sigue levantándose todos los días para ir a trabajar gracias a esa «capacidad de alegrarse infinitamente» que tienen los niños cuando son curados.
Es un hombre de ciencia y tecnología. Su fuerte es el tratamiento de la epilepsia. Al principio era una posesión demoníaca, luego llegó la ciencia con sus fármacos. Pero en 3 de cada 10 pacientes todo era inútil. Un grupo de profesionales entre los que está Francisco Villarejo cogieron el «bisturí» y lograron lo imposible.
«Un 30 % de los enfermos no se controlan con medicación y hay que conocer las posibilidades quirúrgicas que se tienen. Y actualmente, con técnicas muy sofisticadas podemos extirpar el foco epiléptico.»
La Neurocirugía es la exploración cerebrar del siglo XXI. Hoy, estima el doctor Villarejo, conocemos ya un 70% del órgano más complejo del ser humano. Trastornos mentales o enfermedades degenerativas como el Alzheimer están el en punto de mira de los sofisticados aparatos que utilizan los médicos.
«Muchas enfermedades mentales está relacionadas con trastornos orgánicos. Aún no se ha llegado a delimitar específicamente cuál es el trastorno. Pero ya sabemos que es un problema de neurotransmisores y de otras sustancias. Acabaremos sabiendo donde están estas alteraciones. Y se podrán tratar.»
