El Juzgado Contencioso Administrativo número 9 de Barcelona ha condenado al Servicio Catalán de Salud (CatSalut) a indemnizar con 322.101 euros a la familia de un hombre operado en la Mútua de Terrassa (Barcelona) por un tipo de parálisis cerebral, al que no se colocó ningún drenaje, fue reintervenido demasiado tarde, quedó dependiente severo y falleció dos años después.
La sentencia del tribunal, a la que ha tenido acceso Europa Press, estima la demanda presentada por la familia a través de la vía de responsabilidad patrimonial contra la administración por los daños y perjuicios derivados de la asistencia sanitaria de M.F.H.
Según ha explicado El Defensor del Paciente, el hombre sufría desde la juventud un trastorno genético del sistema nervioso conocido como neurofibromatosis progresiva múltiple, que más adelante derivó en un tipo de parálisis cerebral –tetraparesia– por la que fue intervenido en enero de 2007, cuando tenía 52 años.
En la intervención, se le extirparon los tumores intra y extradurales que, incluso en algún tramo, comprimían la médula. En dicha intervención, no se colocó ningún drenaje y en el postoperatorio inmediato el paciente presentó una progresión o empeoramiento de la tetraparesia inicial.
Según ha informado la entidad, «a pesar de que la intervención el paciente presentó todos los síntomas evidentes de una complicación previsible y conocida, como es el hematoma postquirúrgico, provocado por hemorragia, que producía una compresión medular, no se le practicó una resonancia nuclear magnética hasta las 22 horas del día siguiente».
Constatada la hemorragia a través de la resonancia a las 22 horas del día 12 no se intervino al paciente hasta las 12 horas horas del día 13. «En lugar de una respuesta quirúrgica inmediata, se demoró sin causa justificada durante 14 horas más, desde que se conocía la complicación y dos días después de los primeros síntomas», ha añadido.
Según el fallo, «no consta que se hubiera previsto ni siquiera se contempló cuando inmediatamente tras la intervención empiezan a desarrollarse los síntomas de una tetraplejia y a pesar de la tórpida evolución del paciente tras la intervención (…) que aconsejaba evacuar inmediatamente y con cáracter de urgencia el hematoma (…) un tiempo de oro desaprovechado por quienes tenían los medios».
Como consecuencia del hematoma postquirúrgico, M.F.H quedó con una tretraplejia que lo hizo dependiente de tercera persona para todas y cada una de las actividades de la vida diaria y supuso el reconocimiento de una gran invalidez.
En ese momento fue interpuesta la reclamación previa contra la Administración, falleciendo el hombre en enero de 2009 por una insuficiencia respiratoria hipercápnica. En ese momento, se impulso la demanda judicial y pasaron a sucederle procesalmente los hijos y la esposa del fallecido.
