SerGordo.com / Diario de una reducción de estómago

Viva Casillas y el beso a la Carbonero y a ver ahora a quién se le ocurre hablar de crisis hasta septiembre

Resulta curioso lo de la nomenclatura La Roja en vez de España, pero en fin, en esta nación de lo políticamente correcto, no se puede esperar meno

Anoche todos vimos el partido España-Holanda alrededor de cervezas y diversas viandas. Yo lo estaba de batidos, té y algún puré, pero no por ello menos ilusionada con la victoria del equipo nacional.

Resulta paradójico que solo en las conflagraciones deportivas, sobre todo en el fútbol, sea cuando los ciudadanos, los españoles de toda clase y condición cualquiera que sea nuestra comunidad de adscripción, nos congratulamos de ser españoles y sacamos nuestra bandera, casi con tanto orgullo como los americanos –incluso los catalanes, véase el numero de seleccionados del Barça– para desesperación de nacionalistas ultramontanos.

Resulta curioso lo de la nomenclatura La Roja en vez de España, pero en fin, en esta nación de lo políticamente correcto, no se puede esperar menos.

Viva Casillas y el beso a la Carbonero, me gusta ese espíritu nacional.

Me alegro por mi país y por mis compatriotas, pues al menos por unos días, hablaremos con orgullo de un hito o logro patrio y se mostrara la sonrisa en nuestras caras que falta nos hace.

Por cierto, aunque no soy precisamente una entendida en el soccer estos compatriotas de Rembrandt y el loco del pelo rojo, resultaron un tanto guarretes, el ansia de ganar les perdió el fair play, el cual desconocieron absolutamente.

No nos asombremos si en el Debate de la Nación, a celebrar el miércoles, los partidos se adjudican la victoria con espíritu sectario, esa es la política del país.

Y para qué hablar del ministro de Deportes que alguna necedad dirá. No quiero conjeturar, pero mucho me temo y ojalá me equivoque, que con esta victoria por aplastante y novedosa, los españoles tengamos bastante para pasar el verano y no volver a preocuparnos del tema económico y laboral hasta septiembre.

Parece una boutade, pero ya me dirán, entre el verano, la victoria de la selección, a quien se le va a ocurrir hablar de la situación socioeconómica sin que lo linchen, ni siquiera a los mentecatos de los sindicatos. A aquí a disfrutar hasta septiembre y luego Dios dirá.

Decía Machado:

Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, entre una España que duerme y otra España que bosteza, una de las dos Españas ha de helarte el corazón

Pero ahora lo que impera es cantar el Viva España y a mí me parece muy bien, siempre me ha gustado la alegría de mis compatriotas, sobre todo de los andaluces, que ríen por no llorar o como decía aquel gitano téndio en el Albaycin, cuando el guiri, lo mira y le dice:

«–Señor, qué bien vive tomando el sol y riendo».

Y el gitano lo mira y con aire circunspecto le contesta:

–«¡M¡ hambre me cuesta!»

Buenos días y buena suerte.

 

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Autor

Concha Páez

Licenciada en derecho por la Universidad de Granada (1977-82).

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