El consumo de tabaco de forma regular aumenta hasta dos veces la probabilidad de que una persona padezca uveítis, una inflamación de la capa media del ojo que puede estar en relación con enfermedades reumáticas y que en ocasiones puede llegar a provocar ceguera, según indica un estudio publicado en la revista «Ophthalmology».
«Existen varios estudios que indican que el estrés oxidativo inducido por algunos componentes del tabaco provoca procesos inflamatorios, por lo que también podría estimular el desarrollo de uveítis», apunta la doctora Esperanza Pato, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
En esta investigación retrospectiva han participado 1.128 pacientes oftalmológicos, a la mitad de los cuales se les realizó un diagnóstico de inflamación ocular entre 2002 y 2009. El 51,9% de los pacientes no tenía causa conocida para su inflamación ocular, el 39,4% de los casos se debía a agentes que no eran infecciosos y el resto a algún tipo de infección.
Además, en comparación con personas que nunca han fumado, los fumadores o aquellos que en el pasado lo fueron resultaron tener 2,2 veces más riesgo de padecer uveítis. «También se han encontrado asociaciones significativas en los pacientes fumadores de raza caucásica, asiática, india e hispana con el desarrollo de uveítis. No ocurre lo mismo en afroamericanos o nativos americanos», señaló la experta.
El 35,5% de los pacientes a los que se les detectó inflamación ocular fumaba o había fumado, mientras que en el grupo control el porcentaje desciende hasta el 23,6%. Por ello, las conclusiones indican que existe una estrecha relación entre el tabaco y la uveítis infecciosa, porque se facilitaría que agentes infecciosos llegaran a los tejidos intraoculares sin una inoculación directa.
La uveítis provoca el 10% del total de cegueras en los países desarrollados, aunque la investigación señala que la enfermedad se puede prevenir abandonando el hábito del tabaco.
