Una hora de retraso en la atención a un paciente que acaba de sufrir un ictus supone un envejecimiento cerebral de cuatro años, alertan los neurólogos en vísperas del día mundial de este accidente cerebrovascular, que mata a una persona cada seis segundos en todo el planeta.
Así lo puso de manifiesto este jueves el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, que recordó que en España hay algunas comunidades que prestan todavía una «atención deficitaria» a los afectados de ictus.
Este viernes, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus y por este motivo los neurólogos señalaron que dos años después de la aprobación de la Estrategia Nacional de Ictus, sólo existen 40 unidades especializadas en el tratamiento de este accidente cerebrovascular en toda España.
Además, prosiguieron estos especialistas, la distribución de unidades, «claramente insuficientes», «es muy desigual» entre las comunidades autónomas.
A su juicio, sería necesario obtener una cama de Unidad de Ictus por cada 100.000 habitantes, algo que actualmente sólo tienen Navarra, Cantabria y Asturias.
Por todo esto, los neurólogos insisten en vísperas del Día Mundial del Ictus en la importancia de la implicación por parte de las CCAA en la mejora de la asistencia sanitaria urgente, puesto que si un paciente que ha sufrido un ictus recibe atención de un especialista en las primeras horas, la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad se reduce a la mitad.
El ictus es la segunda causa de muerte en España, donde cada año afecta a unas 125.000 personas, de las que unas 80.000 fallecen o quedan discapacitadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé un incremento de un 27% en su incidencia durante los próximos 15 años en todo el mundo.
Según datos de esta organización, las enfermedades cerebrovasculares agudas o ictus representan la tercera causa de muerte en el mundo occidental, la primera de discapacidad física en los adultos y la segunda de demencia.
