Sanidad da luz verde a la primera terapia contra la hepatitis C que cura hasta el 80% de las infecciones

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha autorizado el uso en España de una nueva terapia para la hepatitis C que permite obtener una tasa de curación de hasta el 80 por ciento en algunos pacientes, algo que no habían conseguido hasta el momento otros tratamientos.

Dicho tratamiento, que se conoce como telaprevir y la farmacéutica Janssen comercializa con el nombre de ‘Incivo’, forma parte de los inhibidores de la proteasa y, en concreto, está indicado para el genotipo 1 del virus, el más común en Europa y el más difícil de curar. En España se estima que hay unas 700.000 personas con hepatitis C crónica.

Hasta ahora, con los tratamientos actuales para estos casos, que combinan interferón y ribavirina, sólo se conseguía la curación en un 50 por ciento de los casos.

Esto conllevaba que «la otra mitad de pacientes tenían que ser consolados ante la falta de un arma terapéutica que les ayudase», según reconoce el jefe de Servicio de Hepatología del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, Rafael Esteban Mur. Además, un 20 por ciento de los que inicialmente respondían bien al tratamiento acaban recayendo.

Sin embargo, los ensayos clínicos realizados para unir este fármaco a la doble terapia estándar han demostrado que la tasa de curación en pacientes no tratados es de un 79 por ciento, y sube a un 84 por ciento en aquellos casos que ya habían sufrido una recidiva con un tratamiento previo.

«Elimina el virus para siempre», asegura Mur, que recuerda que estos beneficios también repercutirán en una reducción de los casos de cáncer de hígado –ya que este virus es la principal causa de estos tumores–, cirrosis y trasplantes hepáticos.

Además, el uso de una triple terapia con telaprevir también ha demostrado un aumento significativo de la curación en aquellos pacientes que no habían respondido totalmente a un tratamiento previo, considerados «los más difíciles de curar», ya que alcanza tasas que oscilan entre el 31 y 61 por ciento.

Otra ventaja de su aprobación será su administración, por vía oral cada ocho horas, reduciendo a la mitad el número de pastillas diarias que debe tomar estos pacientes.

MAS CURACION… Y EN MENOS TIEMPO

De igual modo, y aunque todavía no se puede conocer ‘a priori’ el perfil de los pacientes que se beneficien de su uso, el doctor de la Unidad Médico-Quirúrgica de Enfermedades Digestivas del Hospital Valme de Sevilla, Manolo Romero, reconoce que su «rapidez de actuación» hace posible «negativizar la carga en apenas cuatro semanas».

«A las cuatro semanas se puede saber si el paciente responde o no, cuando con los otros tratamientos había que esperar hasta las doce semanas», asegura.

Además, explica este experto, la duración total de todo el tratamiento (incluyendo una primera fase con la triple terapia y una segunda sin ella) se podría reducir de un año a apenas 24 semanas. «Si alguna vez un hepatólogo tuvo un sueño, era conseguir algo como esto», ha aseverado Romero.

Los beneficios del fármaco han resultado tan relevantes que actualmente ya están en marcha algunos estudios para comprobar si su eficacia es también significativos en pacientes coinfectados por hepatitis C y VIH.

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Autor

Irene Ramirez

Irene Ramirez. Responsable de campañas en Grand Step. Fue redactora de Periodista Digital entre 2012 y 2013.

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