El servicio de hostelería del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha presentado los datos de una encuesta realizada recientemente a los pacientes ingresados en el centro que recoge su opinión acerca de los aspectos relacionados con la comida y la limpieza.
Estas encuestas, que se realizan de forma anual, miden la percepción de la calidad de los alimentos, la temperatura de la comida, la presentación, la cantidad y la variedad de los menús. Por otro lado sirven para mejorar el servicio.
Así, la encuesta realizada mediante entrevista anónima a un total de 156 pacientes ingresados durante el mes de mayo, refleja que el 79,1% de ellos considera ‘buena’ o ‘muy buena’ la alimentación que recibe y el 14,9% la califican de ‘excelente’.
En cuanto a la limpieza de las instalaciones, el 81,3% de los pacientes encuestados valora como ‘buena’ o ‘muy buena’ la misma y el 14,2% la califican de ‘excelente’. Por el contrario, ningún usuario considera ‘malo’ el grado de limpieza del centro.
Finalmente el 26,8% de los pacientes ingresados destacan que la alimentación ha mejorado con respecto a un anterior ingreso en el hospital y el 22,7% percibe que la limpieza es ahora mejor.
La cocina del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera atiende una media de 260 comidas diarias y su funcionamiento sigue el principio de ‘marcha adelante’ que evita la posible contaminación del producto. Así los alimentos siguen un proceso de conservación en frío, preparación a temperatura controlada, elaboración, conservación en caliente, presentación individualizada y distribución al paciente.
El servicio de Hostelería de este centro sanitario dispone de un protocolo de seguridad alimentaria para asegurar que las comidas lleguen a los pacientes en perfectas condiciones sanitarias. En el protocolo se describen los distintos procesos de manipulación, sus responsables y la actuación en caso de incidencias.
Tres menús distintos cada día
El hospital talaverano dispone de una carta en la que se ofrecen tres primeros platos, tres segundos y tres postres agrupados en desayuno, comida, merienda y cena. De esta forma el paciente decide lo que desea comer con el fin de hacer más agradable su estancia en el centro hospitalario.
Para los pacientes que por prescripción médica necesitan otro tipo de alimentación, se elaboran menús adaptados a su patología según un plan específico de dietas supervisado por una dietista-nutricionista del hospital.