Las huelgas de sanidad perjudican seriamente la salud de los ciudadanos; las de transporte, el bolsillo y el conflicto de los comedores andaluces deja sin servicio a miles de escolares. Estas son las historias de cuatro rehenes de los sindicatos. SIGA LEYENDO EN LA GACETA
Los médicos del hospital madrileño Doce de Octubre le dijeron a Yolanda que debía operarse urgentemente porque le habían detectado cáncer de útero en un microlegrado. Se trataba de un CIN 1, un estadio menor de ese tipo de cáncer que, si se coge a tiempo, puede curarse. El ginecólogo le dijo que en menos de 30 días debía estar operada. Pero han transcurrido casi tres meses y la paciente aún no ha sido intervenida.
Hasta tres veces han aplazado la operación de Yolanda, de 48 años, divorciada y madre de dos hijos. Es uno de los rehenes de la marea de huelgas de las últimas semanas. La primera vez que la retrasaron fue el 14 de diciembre. Estaba todo preparado para la intervención -de hecho, la paciente había sido citada por el anestesista 15 días antes-.
Pero antes de aquella fecha le llaman del hospital para decirle que le anulan la operación y que ya la avisarán. Se la fijan el 17 de diciembre, pero vuelven a aplazarla hasta el día 21.
A la tercera parece que va la vencida. Yolanda ingresa a las ocho de la mañana en el Doce de Octubre, preparada para ser operada. Pasan las horas y nada. A las dos de la tarde le comunican que su intervención se suspende, alegando que otro caso más grave se ha complicado. «Me sentí abandonada y mal tratada», señala Yolanda a ÉPOCA. «Me recomendaron que fuera a Atención al Paciente y allí me explicaron, extraoficialmente, que los atascos en los quirófanos eran por las huelgas de la sanidad».