Se le acusa de haber firmado un contrato de exclusividad de 09.00 a 13.00 por Telecinco que le impediría participar en otros medios o conceder entrevistas en esa franja
Las buenas y esperanzas noticias sobre la salud de Teresa Romero siguen trascendiendo a los titulares de los periódicos y este sábado la auxiliar de enfermería contagiada de ébola seguía estable y mejorando.
Tanto es así, que algunos medios ya se hacen eco de que los facultativos que la tratan prevén realizarle una prueba del virus dentro de un periodo de entre 24 y 48 horas y esperan que dicho test pueda dar negativo, dado que ahora mismo su carga viral es muy baja.
Este viernes se cumplió además el plazo de 21 días posteriores al contacto con el misionero Manuel García Viejo, que fue tratado por ébola en el Hospital Carlos III y falleció el pasado 26 de septiembre, para descartar más contagios por este causa, dado que durante esa franja temporal estriba el periodo de incubación del virus.
Sin embargo, la polémica dista mucho de llegar a su fin y esto parece que no ha hecho nada más que empezar.
Amén de las medidas judiciales que tiene previsto adoptar la pareja una vez que Teresa se ponga bien, la portavoz televisiva y mediática de la familia también se ha visto envuelta en un lío de grandes dimensiones en las últimas horas.
Se le acusa de intentar sacar «tajada» económica de su función de portavoz del único caso confirmado de ébola de España, algo que ella niega por activa y por pasiva.
El caso es que a Teresa Mesa, habitual de El Programa de Ana Rosa de Telecinco, se le acusa de haber firmado un contrato de exclusividad de 09.00 a 13.00 por la cadena de Mediaset que le impediría participar en otros medios o conceder entrevistas en esa franja.
Teoría que sostienen David Gistau y Nacho Gay y que la interesada y la propia Ana Rosa Quintana niegan y por la que Javier Limón, el marido de Teresa Romero, le habría pedido explicaciones a su portavoz.
Sea como fuere, la polémica está servida y está oscureciendo las buenas noticias que afectan a la verdadera protagonista de esta historia, Teresa Romero.
Teresa ya come tortilla
Precisamente Mesa confirmó este sábado que su amiga está ya «bastante mejor» y «con ganas de salir». En declaraciones a los medios que aguardan en la puerta del Hospital Carlos III de Madrid, la portavoz de la familia aseguró que la paciente «está muy contenta» y que «está recuperándose».
En este sentido, concretó que ya ingiere alimento sólido desde este viernes, cuando, por ejemplo, «comió tortilla», y que puede prescindir «poco a poco» de la máscara de oxígeno para respirar.
Romero está leyendo revistas en las que no se menciona información alguna relacionada con ella y ha manifestado su preocupación por su perro, Excálibur, cuyo sacrificio desconoce aún.
Tanto Romero como su marido, Javier Limón, quieren «recuperarse» y «hacer su vida normal», aunque aún desconocen la repercusión que ha tenido el hecho de que Teresa haya sido la primera infectada en España por el virus del ébola.
«No saben la que les va a caer encima», dijo la portavoz, quien apuntó que cuando salgan del hospital «tendrán que prepararse, dar su rueda de prensa y buscar sus abogados».
El hermano de Teresa Romero, que también acudió al hospital, aseguró a los medios que Teresa «está bien», aunque aún no ha podido verla, y que la familia está «tranquila».