Los antibióticos pueden ayudar a reducir la duración de la enfermedad y a disminuir la propagación de la infección a otras personas. Muchos antibióticos tópicos (medicamentos para los ojos en gotas o pomada) son eficaces para tratar la conjuntivitis bacteriana. Su médico o enfermero puede recetarle antibióticos en gota o pomada para los ojos para tratar la conjuntivitis; la infección debería desaparecer en un lapso de varios días. Las lágrimas artificiales y las compresas frías se pueden usar para aliviar un poco la sequedad y la inflamación.
Sin embargo, la conjuntivitis bacteriana leve puede mejorarse sin la necesidad de un tratamiento con antibióticos y sin que se presente alguna complicación grave. El uso de antibióticos está asociado al aumento de la resistencia a los antibióticos y al aumento de costos, por lo tanto debe ser una decisión que se tome en forma conjunta entre el médico y el paciente (Crounau, 2010).
Fuente: CDC