Nada de embadurnar el pelo de los hijos con vinagre o colonias de fuerte olor para acabar con los piojos. Ahora, hay una alternativa inodora y más cómoda, al menos para las niñas o los niños con suficiente pelo y un poco de maña para sujetarlo: llevar un coletero en el pelo que, al estar impregnado de permetrina, hace de repelente de forma permanente.
La empresa textil STINGbye -de Terrassa (Barcelona)- acaba de lanzar al mercado «Sin Sin» aprovechando la vuelta al cole y está certificado en lo que se refiere a su seguridad por el Instituto Tecnológico Textil (Aitex) de Alcoy (Alicante) y por OEKO-TEX class I, el Instituto Tropical Suizo SWISS TPH.
Sus creadores garantizan que «es eficaz hasta 100 lavados en un 94% contra vectores» y se vende en farmacias por 7,50 euros, disponible en colores lisos kaki, marino, rojo, negro y rosa. Lo definen como «una barrera protectora que previene del contagio y funciona simplemente con llevar la prenda en contacto con el cabello»
«Todos recordamos los remedios de la abuela, las lociones, los trucos caseros milagrosos» durante la infancia, y a las madres con el clásico «cepillo», señala Silvia Oviedo, directora general de STINGbye, convencida de que «el coletero está pensado para ahorrar muchos dolores de cabeza a los padres y a sus hijos».
Fuente original: J.L.F, ABC/Leer más