Finalmente, ha sido el Ayuntamiento, la funeraria y una fundación los que se han hecho cargo de los gastos del velatorio y el entierro
Estremecedor. Una familia de Fuenlabrada ha vivido el peor calvario posible: la muerte de un pequeño de apenas 7 años y, encima, no poder trasladar el cuerpo al tanatorio hasta 20 horas después, por falta de dinero.
Esta historia, adelantada por Telemadrid, comenzó este 21 de febrero de 2018 con el fallecimiento del pequeño, a causa de un cáncer, en el domicilio familiar. Por expreso deseo de los padres, Raúl pasó sus últimas horas en la casa, y no en el hospital.
También querían velarlo en el piso, siempre y cuando se dieran unas condiciones mínimas de dignidad, que no consiguieron. Por ello, optaron por velarlo en el tanatorio.
El fallecimiento se produjo el miércoles a las cinco de la tarde. Hasta allí acudió la funeraria; pero, al comprobar que a los padres de la criatura les faltaban 1.600 euros para sufragar el levantamiento y traslado del cadáver, los empleados de las pompas fúnebres se fueron sin Raúl.
Las vecinas de la familia se encargaron de amortajar el cuerpo y se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Fuenlabrada, quien les prometió ayuda, aunque hasta las nueve de la mañana no podían hacerse cargo.
Fue entoces cuando el jefe del padre ha decidido pagar los 1.600 euros. El cuerpo ha permanecido hasta la una de la tarde de ayer tendido en el sofá del salón. Veinte horas en total.
El Ayuntamiento, el Hospital Niño Jesús y la Funeraria han sufragado el velatorio.