El caso Meg Ryan

Cirugía Estética: ¿Cuándo puedes estar segura o seguro de que te has pasado con el bisturí?

Algo Para Recordar

Meg Ryan, antes y ahora
Meg Ryan, antes y ahora. PD

La cirugía estética tiene una larga historia que se remonta a la antigüedad, aunque ha evolucionado significativamente a lo largo de los siglos.

Es importante destacar que ha avanzado mucho en términos de técnicas y seguridad a lo largo de los años.

Sin embargo, como en cualquier procedimiento quirúrgico, siempre existen riesgos y es fundamental elegir a un cirujano plástico certificado y experimentado para minimizar los posibles problemas.

Aquí hay un resumen de algunos hitos importantes y casos famosos en la historia de la cirugía estética:

  1. Antigüedad: Los registros históricos muestran que los antiguos egipcios practicaban ciertas formas de cirugía estética, como la reconstrucción de narices y orejas perdidas. También se han encontrado evidencias de procedimientos estéticos en la antigua India y Roma.
  2. Siglo XIX: A mediados del siglo XIX, la cirugía plástica comenzó a tomar forma como especialidad médica. Sir Harold Delf Gillies, conocido como el padre de la cirugía plástica moderna, fue pionero en técnicas de reconstrucción facial durante la Primera Guerra Mundial.
  3. Década de 1960: Durante esta década, la cirugía estética comenzó a ganar popularidad en Estados Unidos. El Dr. Thomas Baker realizó el primer aumento de senos con implantes de silicona en 1962, sentando las bases para futuros procedimientos de aumento mamario.
  4. Caso famoso: Uno de los casos más famosos en la historia de la cirugía estética es el de Michael Jackson. A lo largo de los años, Jackson se sometió a múltiples cirugías estéticas en su rostro, lo que llevó a una transformación significativa en su apariencia.
  5. Década de 1990: La cirugía estética se hizo más accesible y popular durante esta década. La liposucción y el rejuvenecimiento facial mediante estiramientos faciales se convirtieron en procedimientos comunes.
  6. Errores más tremendos: Si bien la mayoría de los procedimientos de cirugía estética son exitosos, ha habido casos de errores y resultados desafortunados. Un ejemplo notable es el de la cantante británica Pete Burns, quien experimentó complicaciones y deformidades después de someterse a múltiples cirugías faciales.

EL CASO MEG RYAN

Resulta tremendamente injusto comparar el rostro de la actual Meg Ryan, una mujer de 61 años, con el de la Meg Ryan de Algo Para Recordar, por ejemplo.

Los años pasan y más en el caso de una actriz , así que haya o no haya cirugía de por medio, este tipo de collages en los que vemos una imagen de la estrella de turno en su tierna juventud al lado de otra en la que las arrugas y el paso del tiempo brillan especialmente es una práctica aberrante.

Sin embargo, en el caso de Meg Ryan, puede que estos montajes sean ilustrativos a la hora de recordar el rostro de la actriz e imaginar el que podría ser el actual, ya que ella misma ha dificultado dicha tarea a través de sucesivas operaciones de cirugía estética.

La aparición de Meg Ryan en una entrega de los Premios Tony ha vuelto a posicionarla en el centro de la polémica, ya que en redes sociales cientos de usuarios criticaron duramente su irreconocible rostro que bien podría haber sido retocado, otra vez, recientemente. Ni una sola arruga ni línea de expresión; pómulos abultados y piel estirada en exceso.

¿El resultado?

Meg Ryan fue trending topic y fue comparada con el mismísimo Joker -el icónico villano de la saga Batman-.

«Amo mi edad, amo mi vida ahora mismo. Amo la persona en que me he convertido», manifestó la actriz, de acuerdo con el Daily Mail, hace un tiempo. Sí, puede que si comparamos estas declaraciones con las actuales instantáneas de Meg, la contradicción haga acto de presencia; pero si tal y como afirmó la actriz, ella está feliz con «la persona en la que se ha convertido», ¿quiénes somos nosotros para juzgarlo? ¿Por qué creemos tener derecho a afirmar que se ha pasado con el bisturí? En definitiva, ¿no debería ser la propia Meg Ryan quien juzgue si quizá se ha sometido a demasiadas intervenciones?

Este debate ya ha surgido con otras intérpretes, como Nicole Kidman y Renée Zellweger, quienes también han modificado sustancialmente sus facciones a golpe de quirófano.

Sin embargo, la primera confesó que se había pasado con el bótox y que se arrepentía de haber abusado de este procedimiento.

Mientras que la segunda, ha preferido permanecer en silencio.

La cirugía estética puede ser analizada desde distintos puntos de vista y, sobre todo, desde diferentes estéticas.

Quien recurre a ella es perfectamente consciente de que renuncia a la naturalidad, pues está modificando el desarrollo vital de su rostro o de cualquier otra parte de su cuerpo; y si esa persona adora esa «falta de naturalidad», su decisión ha de ser respetada por mucho que al resto del mundo le cueste entenderlo

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