En España, la actriz Blanca Suárez es la que ha puesto de moda este tipo de manicura. La gracia es que parece que haya diseminadas unas gotitas de agua sobre las uñas. Cada dedo queda de forma diferente, por lo que resulta más original. Para llevarlo a cabo, se pintan las uñas del color que se prefiera. Y una vez estén secas, con un punzón y esmalte transparente se dibujan esas caprichosas gotas que parecen haber salpicado la mano. El grosor y la cantidad de las gotas va a gusto de la usuaria (o de su habilidad, porque requiere cierta pericia). Para las más clásicas, se puede aplicar en colores nude o suaves. Las más atrevidas pueden ponerse creativas con tonalidades más oscuras y rompedoras.
Combinadas con maquillaje
Esta es una de las tendencias que se emplean sobre todo para eventos especiales: una boda, una fiesta, una cita muy especial. Se trata de escoger el mismo tono de las uñas para un detalle del maquillaje, como por ejemplo la sombra de ojos o el carmín. La gracia es que las uñas no estén totalmente pintadas de ese color, solo un detalle para que resalte más. Se puede hacer, por ejemplo, una manicura francesa en la que en vez del tono blanco se emplee el elegido para combinar con el maquillaje. También se puede jugar con formas geométricas. Por ejemplo: una diagonal que divida la uña y de la mitad para abajo se emplea una base transparente y de la mitad para arriba la tonalidad elegida, según recoge elconfidencial.
Mezclar colores y diseños
Esta es una de las propuestas más atrevidas: combinar, por ejemplo, dos colores diferentes en la misma mano. La clave para que funcione es que sean similares o que, por ejemplo, uno sea la tonalidad más oscura o anacarada del otro. Funciona mejor si son colores no muy llamativos: por ejemplo un verde claro con un blanco.
