A Nicole Kidman le encantan
E hizo una demostración práctica de ello en el mismísimo ‘Vanity Fair’, probando en un vídeo diferentes especies (más o menos repugnantes) mientras confesaba sin inmutarse (y esta vez no fue por el bótox): «En el mundo hay unos 2.000 millones de personas que se alimentan habitualmente de insectos… y yo soy una de ellas». Las imágenes de la Kidman, palillos en mano, zampando insectos, han revolucionado las redes (y unos cuantos estómagos), pero si Gwyneth fue capaz de convencer a las masas de usar aceite de coco como lubricante sexual, ¿por qué no podría la Kidman poner de moda los gusanitos azules?
2. Porque medio planeta ya lo hace
Nicole tiene razón y la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) la secunda: lo de comer insectos no es novedad en numerosas culturas. Zampar bichos, que bien mirados no son más feos que una gamba o una langosta, es una práctica común en África, Asia y América Latina. Además, incluirlos en la dieta supone un aporte de proteínas, aminoácidos, ácidos grasos y minerales como el cobre, el hierro, el magnesio, el manganeso, el fósforo, el selenio y el cinc. La misma FAO apuntaba en un informe de 2013, que mascar gusanos podría ser una buena solución para alimentar a los 9.000 millones de personas que habitarán la Tierra en 2030, según recoge elconfidencial.
3. Porque tú también lo haces
Desde julio del año pasado los peces que llegan a tu plato (si son de piscifactoría) se han alimentado de… larvas. O sea, que lo que tú comes come gusanos. ¿Te parece demasiado indirecto? Bueno, pues prueba con esto: ¿sabes qué alimento de tu despensa suele llevar insectos triturados porque es casi imposible hacer que desaparezcan de la elaboración del mismo? Empieza por choco y acaba por late.
