Enfermedades de la A a la Z

14 cosas que debes saber para tener más sano tu corazón

14 cosas que debes saber para tener más sano tu corazón
Mujer haciendo deporte Pixabay/Imagen ilustrativa

Entender la anatomía cardíaca es fundamental para comprender las enfermedades del corazón. Éste se encuentra en la parte izquierda del pecho, muy cerca de la parte media. Tiene forma de cono invertido, mide unos 12 centímetros de largo y pesa entre 250 y 300 gramos.

«Si tuviera que describirlo en una breve frase diría que es la única pieza que es imprescindible que cuidemos en nuestro cuerpo», confiesa en una entrevista con Infosalus la cardióloga Leticia Fernández-Friera, quien ha escrito junto a su marido y también cardiólogo, Jorge Solís, ‘La salud de tu corazón’ (La Esfera de los Libros), un libro para prevenir, curar e investigar sobre el corazón, y a partir del cual detalla una serie de datos sobre este órgano que quizá te interesen:

1.- El corazón late unas 70 veces al minuto, pero adapta su frecuencia según las circunstancias.

2.- ¿Cómo saber que nuestro corazón está enfermo? «Muchas veces da síntomas, como dolor, fatiga, ahogo, o late más deprisa y da palpitaciones. Son los llamados ‘síntomas de alarma’, aunque a veces puede haber enfermedad sin que lo sepamos. Por ello hay que chequearlo si tenemos factores de riesgo», explica la experta.

3.- Eso sí, advierte de que, mientras que la edad, el sexo y la historia familiar son factores de riesgo que no se pueden modificar, hay otros factores, como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la hipercolesterolemia, el tabaco, la obesidad y el sedentarismo, que se pueden controlar.

4.- El corazón tiene 4 cavidades: dos superiores (aurículas) y dos inferiores (ventrículos). El músculo cardíaco tiene la capacidad de contraerse (sístole) para poder impulsar la sangre por nuestro organismo y relajarse (diástole) para recoger la sangre.

5.- Pautas para cuidar la salud de nuestro corazón: dieta, ejercicio físico, comer con poca sal, comer pocos productos precocinados, envasados, controlar las grasas saturadas de la carne roja y embutido, realizar ejercicio físico regular (al menos tres veces por semana 30 minutos), controlar la tensión y el azúcar en sal, no fumar, y que el colesterol esté más bajo, además de vigilar mucho el colesterol malo .

6.- Las arterias del corazón son principalmente dos: la arteria coronaria izquierda y la arteria coronaria derecha.Tenemos cuatro válvulas (aórtica, pulmonar, mitral y tricúspide) que permiten dirigir la sangre dentro del corazón.

7.- El corazón tiene su propio sistema eléctrico para crear estímulos y poder contraerse y relajarse.

8.- El sistema cardiocirculatorio permite que la sangre rica en oxígeno sea bombeada por el corazón para llegar a cada rincón de nuestro cuerpo y vuelva pobre en oxígeno a los pulmones para realizar el intercambio gaseoso.

9.- El corazón de la mujer es más pequeño que el del hombre y late más deprisa que el de éste. Además, los síntomas de alarma en las enfermedades del corazón son diferentes y varían según el sexo. «Por eso hay mayor dificultad para reconocerlos. Cuando una mujer llega al hospital a consultar un problema del corazón llega más tarde que el hombre, por eso la mortalidad es mayor que en la del hombre», precisa, a la vez que destaca que la primera causa de muerte en la mujer es la enfermedad cardiovascular, superando incluso al cáncer de mama.

10.- El cambio de hábitos en la vida de la mujer, el aumento del tabaquismo, la falta de conciliación familiar y su autoexigencia, son algunas de las razones que han favorecido que el infarto no sea sólo un problema de hombres.

11.- Tras la menopausia el riesgo cardiovascular aumenta.

12.- Es necesario consultar cuando aparezcan los síntomas (dolor en el pecho, ahogo, náuseas) para evitar complicaciones y mejorar el pronóstico del infarto en la mujer.

13.- En el embarazo, el corazón se adapta de forma fisiológica aumentando el gasto cardíaco y la frecuencia cardíaca, disminuyendo la tensión arterial y sufriendo cambios en la coagulación.

14- Las células que lo forman, aunque se puedan morir porque no llega sangre a ellas, por ejemplo en un infarto, tienen la capacidad de regenerarse. Y si por ejemplo el infarto llega al corazón pronto esas células se pueden regenerar. Crecen y se modifican. «Es un órgano dinámico», celebra la cardióloga.

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