Haz deporte
Para combatir la grasa localizada, alterna sesiones de cardio con tonificación. Al ejercitar el músculo, la grasa y las toxinas que lo rodean se movilizan y evitamos que se acumulen de nuevo. Para conseguir un efecto quemagrasa doble, puedes ponerte un corsé de waist training o unos leggins reductores durante tu entrenamiento.
Hidrata tu cuerpo
Bebiendo entre 1,5 y 2 litros de agua al día ayudamos a nuestro organismo a liberar toxinas. No esperes a tener sed para hidratarte, intenta hacerlo cada 30-40 minutos y preferiblemente con agua de baja mineralización. ¡No valen refrescos ni bebidas azucaradas! Y si te cuesta beber agua, toma nota de estos consejos, según recoge clara.
Usa un anticelulítico
Obligatorio que contenga un activo de cafeína, preferiblemente entre el 3 y el 5%, que es la concentración más alta. Aplícatelo mañana y noche haciendo un masaje en sentido ascendente en las piernas y en círculos en el abdomen.
Toma café
Pero sin pasarte, o provocarás el efecto contrario. El café actúa como un buen drenante, aunque si no te gusta, las infusiones de té verde y yerba mate son una alternativa ideal para activar el metabolismo. Descubre algunas curiosidades sobre el café que quizá no sabías.
Automasajéate
Mientras te enjabonas en la ducha o cuando te aplicas crema hidratante, aprovecha para activar la circulación del cuerpo con movimientos ascendentes. Un truco: ¡usa los nudillos de la mano! Tienen la forma ideal para desbloquear los nódulos de grasa acumulada.