Los clásicos se reinventan
Firmas menos conocidas, como NYX Cosmetics, han visto cómo las redes sociales han sido las causantes de una improvisada popularidad, pero clásicas como Estée Lauder han encontrado en las redes una forma de rejuvenecer su imagen. Al contratar a Kendall Jenner, con casi 60.000.000 seguidores, la jugada les ha salido redonda. Tras anunciar este contrato, sus seguidores aumentaron un 18% en 24 horas.
La firma de cosméticos L’Oréal ha hecho de la bloguera Kristina Bazan, con más de dos millones de seguidores en Instagram, su nueva embajadora digital y cada día sube contenidos con sus modelos creados específicamente para las redes sociales, según recoge vanitatis.
Al final, Instagram encierra a la perfección el significado real de la industria de la belleza. Por un lado, vende realidad y cercanía, pero por otro hace de los filtros su máscara ideal para mejorar lo real. Es el ‘no make up-make up’ de las redes sociales: se trabaja mucho el resultado para que parezca real y fruto de la naturalidad.