1. Empieza por mimar tu piel
Una de las cosas más importantes que sucede a los 40 años es la pérdida de colágeno, lo que ocasiona que las fibras que sostienen el rostro se debiliten y deriven en flacidez y pérdida de definición oval. ¡Pero tranquila! Muchos productos están diseñados para mimar la piel en esta etapa de la vida. Escoge una hidratante que estimule la función celular, utiliza contorno de ojos y pásate a las cremas reafirmantes de cuello y escote. Además, presta más atención a la limpieza facial y a la exfoliación. ¡Son el secreto de la juventud!
2. Cuida tus ojos
No somos indiferentes al paso del tiempo, y una de las cosas que más comprometidas se ven a partir de los 40 es, precisamente, la vista. La presbicia o vista cansada es uno de los síntomas más frecuentes a esta edad: si cada vez te cuesta más leer el periódico, diferenciar las letras de la pantalla del móvil o utilizar un ordenador durante mucho tiempo, sabrás a qué nos referimos. Por suerte, existen muchas opciones para acabar con este problema fácilmente, como las lentillas multifocales, diseñadas para proporcionar una visión clara e ininterrumpida de cerca, a media distancia y de lejos. Asimismo, unas lentillas resultan mucho más prácticas que unas gafas tradicionales, ya que evitan tener que preocuparse de dónde las dejas, o de si se rompen. Mucho más cómodo, ¿verdad?, según recoge enfemenino.
3. Cambia tus hábitos alimenticios
Bajar de peso se complica a partir de los 40 porque el metabolismo se ralentiza. Así que lo más recomendable para estar en forma a esta edad y mantener un talla saludable es huir de las dietas estrictas y en su lugar consolidar unos buenos hábitos alimenticios que te hagan sentir mejor tanto por dentro como por fuera. Toma más fruta, más verdura y más proteínas (intenta que estén presentes en todas las comidas), y evita las grasas saturadas y los azúcares añadidos. Aquí tienes unos cuantos consejos que seguro te ayudarán a lograrlo.
Descubre: Consejos de alimentación para tener un peso saludable
4. Descansa más y mejor
Despídete de las madrugadas en vela y de las noches en las que solo dormías 4 o 5 horas. Intenta irte a la cama antes, descansa al menos 7 u 8 horas cada noche y tendrás la vitalidad necesaria para tu día a día. Tu piel te lo agradecerá… y tu estado de ánimo también. Dormir es una de las acciones más placenteras que existen en la vida, ¡así que tómate tu tiempo para relajarte!
5. El calcio y las vitaminas, imprescindibles
Con la edad se va perdiendo calcio del hueso a más velocidad de la que se incorpora. A partir de los 40 también disminuye la capacidad de absorción de vitamina D en el intestino, lo que provoca una pérdida de masa ósea que puede desembocar en una osteoporosis. Por eso es fundamental asegurar un aporte adecuado de calcio y vitamina D mediante una buena alimentación, que incluya lácteos y verduras. También es muy importante que aumentes tu ingesta de vitamina E, una sustancia prodigiosa frente a los radicales libres que ayuda a reactivar la producción de colágeno y que mejora la elasticidad y el flujo sanguíneo.
