Se considera que un alimento descongelado tiene que consumirse dentro de las 24 horas siguientes a su descongelación, y siempre que se guarde en la nevera.
Claves de un buen descongelado
Hay cuatro formas básicas de descongelar: en el frigorífico, en agua fría, al baño maría o en el microondas. Pero ten en cuenta que las verduras se pueden usar directamente congeladas, y también algunos precocinados como los calamares o croquetas, por ejemplo, según recoge clara.
La forma más indicada. Lo ideal es descongelar en la nevera y en un recipiente cerrado e impermeable para que no gotee sobre otros alimentos.
No directamente bajo el grifo. Al descongelar así se produce pérdida de nutrientes y se puede favorecer el crecimiento de microorganismos. Sin embargo, puedes hacerlo envolviendo en plástico el alimento e introducirlo después en agua fría. Como el agua conduce el calor mejor que el aire, se descongelará más rápido, y perderá menos propiedades.
Intentar evitar. Descongelar a temperatura ambiente, ya que el alimento puede entrar rápidamente en contacto con los gérmenes .
¿Y por qué no es recomendable volver a congelar?
Por regla general, las carnes, los pescados y los alimentos ya cocinados que se han descongelado nunca deben congelarse de nuevo porque las membranas celulares se han roto en el proceso de congelación y descongelación.