El mostoleño ha confesado que hace unos cuatro años estuvo a punto de quedarse en silla de ruedas por un accidente. Fue en 2012 cuando Gálvez se rompió la espalda: se le salió el disco bicéfalo y le atrapó el nervio ciático perdiendo la movilidad en una pierna.
“E iba a más“, cuenta el presentador en el momento más serio de la entrevista. Pero afortunadamente superó una operación que le podría haber dejado en silla de ruedas, aprendió a andar de nuevo y se obligó a regresar a Pasapalabra antes de tiempo.
“Me cambió la vida. Fue una situación personal en la que descubres que a veces estás solo, porque el mundo de la televisión va muy rápido y no espera por ti. Mi mujer fue mi mayor apoyo. Ahora llevo clavos en la columna y estoy bien, pero en aquel momento era continuar o me buscaban sustituto. Y cuando te buscan sustituto hay dos problemas: que lo haga muy mal y que se vaya al carajo todo el trabajo que has hecho durante mucho tiempo; o que lo haga muy bien y se vaya al carajo todo el trabajo que has hecho durante mucho tiempo.”
A pesar de todo, el presentador considera que, aunque estuviera en silla de ruedas, habría continuado con su trabajo al frente del programa de Telecinco:
“Lo peor que podría haber pasado es que me hubiera quedado en silla de ruedas. Y en silla de ruedas podría haber hecho Pasapalabra. No creo que Telecinco hubiese prescindido de mí sólo por eso.”