La salud mental es, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida, según wp. Comúnmente, se utiliza el término “salud mental” de manera análoga al de “salud o estado físico”, definiendo a la salud mental de la siguiente manera: «la salud mental abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»». Sin embargo, lo mental alcanza dimensiones más complejas que el funcionamiento meramente orgánico del individuo. La salud mental ha sido definida de múltiples formas por autores de diferentes culturas. Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros. Sin embargo, las precisiones de la Organización Mundial de la Salud establecen que no existe una definición oficial sobre lo que es salud mental y que cualquier definición estará siempre influenciada por diferencias culturales, suposiciones, disputas entre teorías profesionales, la forma en que las personas relacionan su entorno con la realidad, entre otras cuestiones.
Ahora, un grupo de fisiólogos y psiquiatras estadounidenses ha podido explicar la mayor incidencia de trastornos mentales inducidos por algún estrés prenatal en hombres, en comparación con mujeres. El papel clave en su desarrollo pertenece al gen OGT, que se localiza en el cromosoma X y enfrenta esa clase de patologías, determinaron los investigadores a partir de un experimento con ratones, según rt.
El OGT está relacionado directamente con la reacción ante la escasez de oxígeno y otras clases de estrés prenatal. Puesto que el cromosoma X (uno de los dos ‘sexuales’) tiene una mayor presencia numérica en el organismo femenino, o sea en una hembra que en un macho, este gen es mucho más activo en mujeres y las protege mejor de esas enfermedades. Este efecto se observa aun durante la gestación, y tanto dentro del feto como en la placenta.
Para verificar esta hipótesis, los científicos, adscritos a las Universidades de Maryland y de Pensilvania, ‘desconectaron’ el gen OGT de las células de placenta y el cuerpo de varios fetos de ratón. Como consecuencia, los cerebros de ratones hembra experimentaron algunos cambios que los asemejaron a los de los machos.
«La función placentaria es crítica para el desarrollo fetal saludable», destaca el equipo en un artículo publicado en la revista Nature Communications a principios de este julio. A continuación demuestran que la resiliencia al estrés prenatal (es decir, la capacidad de adaptarse positivamente) es una función regulada por una histona formada por el ADN como efecto del trabajo del mencionado gen.
En el futuro, creen los científicos, este conocimiento permitirá diagnosticar en su fase temprana trastornos como el autismo y la esquizofrenia, y también prevenir el desarrollo de enfermedades del sistema nervioso.
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