Salud

Reivindican las lentes intraoculares fáquicas para corregir la miopía o el astigmatismo

Reivindican las lentes intraoculares fáquicas para corregir la miopía o el astigmatismo
Ojos YT

Especialistas del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) han subrayado las ventajas de realizar las intervenciones quirúrgicas con lentes intraoculares fáquicas (ICL), que «permiten eliminar o minimizar errores de refracción como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, sin alterar ninguna de las estructuras internas del ojo».

El doctor Daniel Elies, especialista del Departamento de Córnea, Catarata y Cirugía Refractiva de IMO y pionero en la implantación de lentes ICL en España, con más de 3.000 intervenciones realizadas, ha destacado que este tipo de cirugía se realiza «en poco tiempo y de forma cómoda para el paciente y, sobre todo, sin depender del grosor o de la curvatura de la córnea».

«Puede llegar a corregir unas 18 dioptrías de miopía o unas 12 de hipermetropía, dependiendo del espacio que tenga el ojo de cada persona. Se trata de un procedimiento en el que se implantan lentes fáquicas a través de una pequeña incisión en el ojo (menor a 3 milímetros), entre la córnea y el cristalino, sin alterar ninguna de las estructuras intraoculares», explica.

Asimismo, los especialistas detallan que trabajan en otros avances que en el futuro permitirán que este tipo de lentes «también corrijan problemas de presbicia o vista cansada, que actualmente, al igual que con la catarata, sólo es posible realizar a través de las lentes pseudofáquicas, que sí substituyen al cristalino».

«REVERSIBLES Y COMODAS PARA EL PACIENTE»

Para Elies, «una de las grandes ventajas» de las lentes ICL es que son «reversibles, ya que en cualquier momento se puede dar marcha atrás si hay un cambio importante de graduación u otra necesidad que pueda surgir». «Si en el futuro un paciente tiene otro problema de salud que afecta al ojo, como la diabetes o la hipertensión, es posible retirar esta lente y empezar desde cero», añade.

Al no extraer el cristalino, indica que se trata de un tipo de cirugía refractiva especialmente indicada para personas jóvenes (entre 18 y 45 años), sobre todo para aquellas que quieren corregir graduaciones altas de miopía, hipermetropía o astigmatismo.

«Después de la operación nos suelen comentar que el procedimiento se les hace poco doloroso o molesto. Además, la reincorporación a su vida normal, como volver a trabajar o hacer deporte, es muy rápida. Se sorprenden al saber que a los pocos días ya ven con nitidez y que al cabo de una semana ya pueden hacer vida totalmente normal», comenta.

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