Investigadores de la Universidad de Linköping (Suecia) han descubierto un mecanismo que ayuda a explicar por qué se pierde temporalmente la audición cuando se escucha sonidos muy fuertes. Una pequeña estructura en la cóclea conocida como membrana tectoria juega un papel importante en este proceso, actuando como depósito de almacenamiento de iones de calcio, que contribuyen a regular la función de las células sensoriales.
Los iones de calcio, que son átomos con una carga positiva, desempeñan un papel clave en los procesos que hacen posible la audición. La conversión de las ondas de sonido a impulsos nerviosos tiene lugar en el oído interno, también conocida como cóclea, que se parece a la concha espiral que tienen algunos caracoles. La cóclea contiene muchas células sensoriales, que detectan sonidos y generan señales que se transmiten al cerebro.
Investigaciones anteriores han demostrado que el líquido que rodea las células sensoriales en la cóclea tiene una baja concentración de iones de calcio. Sin embargo, existen dudas de esto, porque las células sensoriales que se colocan en fluidos con el nivel natural de calcio ya no funcionan normalmente.
Ahora, estos científicos han investigado la concentración de iones de calcio en el oído interno de cobayas, que es muy similar al oído humano. Al marcar de manera fluorescente los iones de calcio, descubrieron que una membrana que se encuentra encima de las células sensoriales, la membrana tectoria, tiene una concentración mucho mayor de iones de calcio que el fluido circundante. La membrana parece funcionar como un almacén, de modo que las células sensoriales están rodeadas por niveles más altos de iones de calcio de lo que se creía anteriormente.
Cuando los científicos agregaron una sustancia que absorbe los iones de calcio, las células sensoriales dejaron de funcionar. En el siguiente paso, expusieron el oído interno a niveles de ruido que corresponden a los experimentados en los conciertos de rock, que tuvieron el mismo efecto.
«Cuando exponemos los oídos internos aislados a ruidos fuertes en el laboratorio, el nivel de calcio en la membrana tectoria cae, y las células sensoriales dejan de funcionar. Sin embargo, después de un tiempo, la concentración de ión calcio vuelve a su nivel anterior, y Las células sensoriales comienzan a funcionar de nuevo», explica Anders Fridberger, líder de este estudio que se ha publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
Hasta ahora, los científicos han pensado que la pequeña membrana tiene una función principalmente mecánica, pero el descubrimiento realizado por estos investigadores sugiere que la membrana tectoria puede desempeñar un papel importante en la regulación de la audición al almacenar el calcio.
«Sabíamos que la membrana tectoria es necesaria para la audición y que debe estar intacta y correctamente ubicada, pero no está claro por qué el daño a esta membrana contribuye a la audición deficiente», apunta Pierre Hakizimana, otro de los investigadores detrás de la investigación. El equipo ahora planea investigar si el mismo mecanismo es importante en la discapacidad auditiva relacionada con la edad.