Creyeron que estaba enferma debido a una equivocación en el almacenamiento de su biopsia

Sus médicos le diagnostican cáncer por error y, tras una mastectomía y quimioterapia, descubren que estaba sana

La joven británica ha denunciado al hospital y ha conseguido que reconozca su culpabilidad

Sus médicos le diagnostican cáncer por error y, tras una mastectomía y quimioterapia, descubren que estaba sana

El cáncer de mama es una proliferación maligna de las células epiteliales que revisten los conductos o lobulillos mamarios según wp. Es una enfermedad clonal; donde una célula individual producto de una serie de mutaciones somáticas o de línea germinal adquiere la capacidad de dividirse sin control ni orden, haciendo que se reproduzca hasta formar un tumor. El tumor resultante, que comienza como anomalía leve, pasa a ser grave, invade tejidos vecinos y, finalmente, se propaga a otras partes del cuerpo.

Una vez detectado el error en julio de 2017, los facultativos explicaron a la paciente que su biopsia había sido almacenada de forma incorrecta y eso provocó la equivocación, según ha informado el diario británico The Sun.

La británica Sarah Boyle, natural de la localidad inglesa de Stoke-on-Trent, tenía 25 años cuando los médicos le diagnosticaron cáncer de mama a finales de 2016, una noticia que supuso una auténtica conmoción y que la destrozó emocionalmente a ella y a toda su familia. Tras unos meses, después de una doble mastectomía y de varias sesiones de quimioterapia, los médicos se dieron cuenta que se habían equivocado en el diagnóstico y nunca había estado enferma, según recoge 20minutos y comparte Ivan Rastik para Periodista Digital.

La joven británica, que vive con su marido y sus dos hijos, explica que estos últimos años han sido un verdadero calvario a causa del trauma psicológico que ha sufrido y por los síntomas que todavía padece provocados por el tratamiento. Asegura que recibir la noticia de la enfermedad fue «terrible», pero comprender que todo el proceso había sido innecesario fue «traumático».

Asimismo, Sarah recibió con estupor la noticia de que la cirugía reconstructiva de pecho conllevaba un cierto riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro. Además, tuvo que asimilar que la medicación suministrada para combatir la enfermedad que no padecía podía provocar problemas de fertilidad.

No obstante, la inglesa consiguió quedarse embarazada de su segundo hijo, Louis, que tiene ahora siete meses. Sin embargo, no pudo darle el pecho a causa de las consecuencias de la mastectomía bilateral que le fue practicada.

Tras el error, Sarah emprendió acciones legales contra el centro en el que le fue diagnosticada y tratada la patología  al que denunció por negligencia médica y del que ha obtenido una admisión de culpabilidad de University Hospitals of North Midlands NHS Trust.

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