Lo ha pasado fatal. Reginald Kenneth Dwight, más conocido como Elton John, ha anunciado que padeció un cáncer de próstata en 2017. En una autubiografía que se publica la semana que viene relata el drama que vivió: «Rechacé la quimioterapia y opté por la cirugía, sabiendo que no podría tener relaciones sexuales ni controlar mi vejiga», dice el cantante, según recoge Sara Tejada en informalia y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.
«Le pedí a Dios por favor no me dejes morir, por favor déjame ver a mis hijos otra vez», ha reconocido el compositor, con una carrera de más de 50 años, 30 álbumes de estudio más de 300 millones de copias en el mundo, siendo uno de los artistas más exitosos de la historia del pop.
Elton John ha desvelado que estuvo «a 24 horas de la muerte» cuando contrajo una infección después de la cirugía por cáncer de próstata, en 2017. El músico, que dará dos conciertos en Barcelona en 2020 en una extensión de su gira por el Reino Unido el próximo año, que lleva el nombre de Farewell Yellow Brick Road, analiza aquel diagnóstico en su próxima autobiografía, titulada Me, y que está a punto de publicarse en inglés. En un extracto, obtenido por el Daily Mail, el británico dice que descubrió que tenía la enfermedad después de un chequeo médico de rutina.
John explica en su libro que tomó la decisión de no someterse a quimioterapia y que prefirió una complicada cirugía para extirparse la próstata porque prefereía «cortar por lo sano» que enfrentarse a «docenas de visitas al hospital», lo cual hubiera interferido más en sus planes profesionales y conciertos que ya tenía programados. Aunque la intervención fue un éxito, el cantante contrajo una infección que acarreó serios problemas. «Fui muy afortunado, aunque, debo decir que en ese momento no me di cuenta», dice. «Estuve despierto toda la noche, preguntándome si iba a morir», recuerda el cantante. «En el hospital, solo, a altas horas de la noche, recé: ‘Dios, no me dejes morir, déjame ver a mis hijos otra vez, dame un poco más de tiempo».
Al recordar el susto, John dice que «su estado era tan grave que el hospital no disponía del equipo necesario para hacer frente a su infección», y agregó: «Los médicos le dijeron a David (Furnish, su marido) que me quedaban 24 horas de vida».
Para explicar su decisión de no recibir quimioterapia, John dice que fue «directamente a la cirugía. Muchos hombres no compartirán mi decisión, porque es una operación importante, que te impide tener relaciones sexuales durante al menos un año tras la cirugía, e implica que no se puede controlar la vejiga por un tiempo», es decir, que se lo hacía todo encima. «Pero efectivamente mis hijos tomaron la decisión por mí. No me gustó la idea del cáncer que se cierne sobre mí, nosotros, en los años venideros: solo quería deshacerme de él». Al tiempo, se recuperó y poco a poco pudo volver a caminar.
