Un joven de 22 años se presenta en una clínica de Arabia Saudita para dar inicio a uno de los casos médicos más inusuales e inauditos que se han visto en mucho tiempo

Un hombre acude al médico y descubren que llevaba 4 años con un par de pinzas para el pelo en el interior del pene

Un hombre acude al médico y descubren que llevaba 4 años con un par de pinzas para el pelo en el interior del pene

Parece mentira, pero es muy real. El hombre tenía una par de pinzas para el cabello de unos 8 centímetros pegadas en el interior de la uretra. Llevaba cuatro años así, según recoge el autor original de este artículo Miguel Jorge en gizmodo y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.

Para la tranquilidad del lector, y según el informe del caso publicado recientemente en Urology Case Reports, el paciente, cuyo nombre se ha mantenido en el anonimato, salió por su propio pie del centro sin las pinzas en el pene. Los médicos pudieron extirpar el cuerpo extraño de la uretra, el “tubo” que permite a la orina y el semen fluir fuera del miembro.

Y ahora sí, es el momento de la gran pregunta, o de varias. Para empezar, ¿cómo demonios puede una persona continuar con su vida mientras tiene un par de pinzas alojadas en sus partes íntimas durante tanto tiempo? ¿Qué tipo de situación lleva a una persona a tener unas pinzas para el pelo en el pene?

Por lo que sabemos del informe médico, el paciente declaró que no sufrió ningún efecto secundario físico por dicha afección. Tampoco mostró síntomas de infección, como fiebre, escalofríos o incluso inflamación alrededor de la zona. Además, de alguna manera, el hombre dijo que podía aliviarse, aunque no está claro a qué tipo de “alivio” se refería, ni si esto le causaba algún tipo de molestias o dolor.

En cualquier caso, lo que sí parece sugerir el informe es que el paciente pudo haber retrasado la asistencia médica por vergüenza dada la surrealista situación. En tal caso es una reacción completamente razonable, no así cómo llegó a la situación original.

Sea como fuere, la cirugía actual es lo suficientemente avanzada como para que las pinzas puedan extraerse mediante una técnica endoscópica no invasiva. Sin embargo, extraer un par de pinzas de metal del interior de un pene aún plantea algunos problemas.

Al parecer, los cirujanos descubrieron que las pinzas estaban atrapadas cerca de la parte superior de la uretra, y para ser más exactos (tápense los ojos), “con sus puntas metálicos en posición “abierta””. Dicho de otra forma, eliminarlas podría provocar rasgaduras dentro de la uretra, y eso son palabras mayores.

Para extraer con seguridad las “pinzas de metal”, los cirujanos, dirigidos por Mohamed Abouelazayem en el Royal Wolverhampton NHS Trust, primero tuvieron que asegurarse de que estuvieran bien cerradas. Para ello (recomendamos no seguir leyendo a los más sensibles), apretaron fuertemente el pene del paciente desde afuera de forma que se aplicara presión a cada lado del miembro, lo que obligó a cerrar las pinzas.

A continuación, los cirujanos eliminaron manualmente el objeto utilizando sus propias herramientas… de pinzas. Finalmente, el paciente se recuperó bien tras el inusual procedimiento y regresó a casa.

Aunque en ningún momento del informe especifican cómo demonios llegaron hasta el pene las pinzas para el cabello, todo hace indicar que fue de forma voluntaria por parte del paciente. Según los médicos:

Los cuerpos extraños se insertan más comúnmente en el tracto urinario por pacientes psiquiátricos, intoxicados, confundidos o sexualmente curiosos. La variedad documentada de cuerpos extraños que las personas insertan en su tracto genitourinario desafía la imaginación, incluidos anzuelos, tornillos, alambres, palos de madera, cables telefónicos e incluso piezas de pescado.
Los médicos declaran en el informe que le recomendaron al hombre someterse a una evaluación psiquiátrica para determinar su bienestar mental y evitar que repita el experimento. Aparentemente, el hombre se negó y jamás regresó para un examen de seguimiento.

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