Médicos franceses presentaron una fotografía de una mancha inusual de orina en una mujer mayor: el líquido se volvió de un color púrpura intenso. El culpable de este fenómeno fue una bacteria llamada Klebsiella pneumoniae, dijeron los médicos. El informe fue publicado en el New England Journal of Medicine, según recoge Victor Román en N+1 y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
La bacteria Klebsiella pneumoniae se considera una causa común de muchas infecciones nosocomiales, desde neumonía hasta inflamación del tracto urinario. En los últimos años, sus cepas resistentes a los antibióticos se han extendido. Y a pesar del desarrollo de vacunas, la Klebsiella se mantiene entre las tres principales bacterias con un nivel crítico de prioridad para la búsqueda de antibióticos según la OMS.
Un extraño caso en Francia
Ahora, Leo Plaçais y Christian Denier del Hospital Bisetr describieron un caso de interacción inusual de Klebsiella pneumoniae con el cuerpo de una paciente de 70 años que sufrió un derrame cerebral. Los médicos diagnosticaron a la mujer con parálisis unilateral e instalaron un catéter urinario, y luego de 10 días de la introducción del catéter, descubrieron que la orina se había vuelto de un color púrpura intenso.
Un cambio en el color de la orina puede indicar un espectro completo de cambios en el cuerpo del paciente, desde la aparición de un tumor hasta deshidratación. Después de analizarla, los médicos no encontraron signos de inflamación: la cantidad de células inmunes correspondía a valores normales, así como a los nitritos, que podrían estar asociados con una disfunción renal.
El cultivo bacteriano reveló la presencia de Klebsiella pneumoniae en el tracto urinario. Los médicos pensaron que las manchas de orina fueron causadas por microbios, ya que se conocen casos similares para otras bacterias, como E. coli y Pseudomonas aeruginosa.
El motivo del color
El color púrpura en esta situación es un efecto secundario del metabolismo del triptófano. Las bacterias intestinales convierten este aminoácido en indol, que ingresa al torrente sanguíneo y se convierte en sulfato de indoxilo en el hígado. Por sí solo, es incoloro, pero si las bacterias que se han asentado en el tracto urinario continúan descomponiéndose, entonces el sulfato de indoxilo se convierte en índigo (azul) e indirrubina (rojo), una mezcla de la cual da morado.
Los médicos no encontraron ningún otro síntoma de infección en la paciente, por lo que no prescribieron antibióticos, sino que solo agregaron un gotero con solución salina para evitar la deshidratación y el estancamiento de líquidos en los riñones. Después de 4 días, el color de la orina volvió a la normalidad y no hubo nuevos síntomas, por lo que la mujer continuó siendo tratada por las consecuencias del derrame cerebral.
A comienzos del mes pasado, se supo que un hombre de 81 años había causado un daño en sus riñones debido a que intentó llevar una dieta “demasiado sana”. El octogenario consumió una cantidad demasiado alta de antioxidantes.
