Una mujer de 44 años residente en Devon, llamada Lisa Anderson, ha confesado que hace 15 años que come polvos de talco. Su adición comenzó tras los baños diarios a su quinto hijo.
Aunque Anderson intentó durante casi una década esconder su secreto, finalmente su pareja la descubrió en el baño ingiriendo polvos de talco, por lo que acaba confesando forzosamente.
Lisa ha dicho:
«Los lamí de la mano y realmente lo disfruté. Me parece un poco raro, pero tiene un sabor jabonoso agradable. Quiero sensibilizar a los demás para que no les suceda lo mismo”.
Según la clasificación de Strunz vigente, el talco es un mineral de clase 9, suele tomarse como patrón de la menor dureza posible por la escala de Mohs, al ser un compuesto inerte no se ve afectado por el ambiente ni es degradado. Su ingesta está totalmente desaconsejada, por lo que la protagonista de nuestra historia deberá someterse a tratamiento, primero para paliar las consecuencias que sufran sus órganos tras una ingesta tan prolongada, y luego para tratar su dependencia psicológica.
Lisa Anderson de Gran Bretaña disfruta de,por lo menos, un envase diario de Talco Johnson, y ha gastado mucho dinero en su extraña adicción f.SWNS pic.twitter.com/QyADbiel9O
— teiifttomas (@Islandia35Tomas) January 6, 2020