La salud es un aspecto básico de la vida. No hablamos exclusivamente de llevar una vida sana alimentándonos bien o practicando deporte con regularidad, sino de cuidar nuestra boca. La salud bucodental es muy importante y debe controlarse con un mínimo de dos revisiones anuales. De este modo, se podrá disfrutar de una sonrisa saludable y bonita. Este aspecto incidirá en la salud general positivamente.
Sin embargo, hay personas que deben tener especial cuidado con su higiene bucal, como es el caso de los pacientes oncológicos. Los tratamientos utilizados habitualmente en estos pacientes (quimioterapia, radioterapia, etc.) generan alteraciones bucodentales que se pueden prevenir o controlar con un buen hábito de higiene oral mediante el uso de productos adecuados como los que ofrece Laboratorios Kin. ¿Qué consejos debemos tener en cuenta durante la enfermedad? En este artículo desvelamos cuáles son.
Estos son los consejos a tener en cuenta
Los pacientes de oncología pueden necesitar un tratamiento más o menos agresivo, según cada caso, como quimioterapia, radioterapia y/o cirugía entre otros. La cavidad bucal es muy sensible a los efectos tóxicos tanto de la quimioterapia como de la radioterapia porque impiden que las células de la boca se renueven debilitando y adelgazando la mucosa, facilitando la aparición de úlceras. Es importante completar la rutina de higiene utilizando un enjuague bucal anticaries y es fundamental que exista un trabajo conjunto entre el oncólogo y el odontólogo para prevenir complicaciones como la xerostomía o la periodontitis. En esta labor de coordinación, se obtendrán los resultados óptimos para disfrutar de una buena salud bucodental.
La periodontitis es una enfermedad que comienza con gingivitis, es decir, una inflamación de las encías, producida principalmente por la placa dental. Con el paso del tiempo, la gingivitis puede evolucionar hacia una periodontitis con pérdida de inserción colágena, recesión gingival y pérdida de hueso en caso de que no sea tratada. El hecho de que se pierda la base de apoyo implicará la pérdida del diente. Según el grado, la periodontitis se puede distinguir entre leve, moderada o grave y según su extensión, será localizada o generalizada. El tratamiento se basa en distintas estrategias, tanto mecánicas, antibióticas, quirúrgicas o químicas. Los expertos en salud dental serán quienes recomendarán la más adecuada.
Por otro lado, también suele aparecer con mucha frecuencia la xerostomía que se define como la sensación de sequedad de la boca por un funcionamiento anómalo de las glándulas salivales. Existen diversas causas como la radioterapia en cabeza y cuello, que pueden motivar la aparición de la xerostomía. El tratamiento se basa inicialmente en estímulos locales, fármacos, sustitutos salivales y prevención de la caries. Tal y como comentamos anteriormente, los odontólogos serán quienes determinarán los más adecuados dependiendo de cada persona.
Además, la mucositis es otra de las afecciones más comunes en pacientes oncológicos. Se trata de una reacción inflamatoria de la mucosa oral que puede generar úlceras en la boca. Según la OMS, hay diferentes grados de mucositis que determinarán el tipo de dieta a seguir (a base de sólidos, líquidos o nutrición enteral/parenteral). La mucositis puede aparecer más fácilmente en aquellos pacientes que no tienen una higiene bucodental adecuada, los que ya presentan alguna otra patología dental o los que deben consumir determinados medicamentos antineoplásicos.
Antes de comenzar con el tratamiento de quimioterapia, es muy importante seguir una serie de recomendaciones a nivel bucal para prevenir estas afecciones.
En primer lugar, debe realizarse un cepillado de dientes suave y enjuagues con colutorios fluorados una vez que se finalice cada una de las comidas. Se pueden utilizar también enjuagues con clorhexidina y agentes reforzantes de la mucosa oral que previenen infecciones oportunistas que causan mucositis. En este sentido, lo mejor es acudir previamente al dentista para recibir un correcto asesoramiento, Asimismo, consultaremos al médico (oncólogo) antes de cualquier tipo de manipulación dental, tratando de evitar las extracciones dentales en los momentos previos al tratamiento en cuestión.
En el momento en que los pacientes estén recibiendo el tratamiento para el cáncer y acudan a la clínica dental, se debe abrir un historial clínico. El paciente aportará toda la información relativa a su enfermedad, así como el tratamiento a recibir.
Como se ha dicho anteriormente, se proporcionarán medios de contacto entre el dentista y el oncólogo para que los profesionales puedan aportar información técnica.
Se realizará un examen bucal completo del paciente y se comprobará la existencia de caries, movilidad, pérdida de dientes, problemas en las encías o pérdida de soporte óseo en algunas piezas dentales, entre otras comprobaciones. También se realizará un estudio radiográfico para descartar patologías que no se observen fácilmente.
El tratamiento odontológico que se lleve a cabo estará condicionado según la salud bucal inicial que presente el paciente. Se deben enseñar las técnicas adecuadas de higiene oral y realizar una limpieza bucal profesional. Se empleará colutorio bucal, y se tratarán caries y lesiones inflamatorias que puedan causar la pérdida de piezas dentales. Por último, se tendrán que extraer piezas sin posibilidad de tratamiento y evaluar el buen estado de las prótesis si hubiese.
En caso de que se haya recibido tratamiento oncológico, se recomienda realizar revisiones mensuales durante el primer trimestre, cada tres meses el primer año y cada seis meses hasta cumplir los tres años. También se llevará a cabo una higiene oral meticulosa. Siempre hay que cumplir las indicaciones de los profesionales de higiene bucodental y realizar las acciones que estén en nuestra mano.