Ante el aumento de las temperaturas y la necesidad de beber agua con el fin de no deshidratarse, de las conclusiones del estudio «Hábitos de Hidratación 2010», elaborado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), se desprende que el 70% de los españoles bebe menos de dos litros de agua al día, mientras que sólo un 40% bebe más de tres.
A pesar de ello, los encuestados puntuaron su hidratación con un notable, pero lo cierto es que en los últimos años, las consecuencias de las olas de calor han puesto de manifiesto la falta de concienciación de la población sobre la necesidad de una correcta hidratación.
Pese a los perjudiciales efectos que el calor y la falta de líquidos pueden tener en la salud, un 12% reconoce que pasa largos periodos en la playa sin beber y un 36% sólo bebe cuando tiene sed, señal que aparece cuando ya existe cierto grado de deshidratación.
Además, los mayores de 65 años están entre los menos concienciados, a pesar de ser un grupo de riesgo. Al igual que los que practican deporte que tampoco siguen la recomendación de beber antes, durante y después de la actividad.
Así, los especialistas recomiendan beber de dos y tres litros al día. Con el calor las pérdidas aumentan, especialmente a través del sudor, por lo que puede ser necesario beber más. No reponer los líquidos que se pierden puede provocar dolor de cabeza, mareos, vómitos, disminución del rendimiento físico y mental, fatiga, aumento del ritmo cardíaco, etc.
