Los ácidos grasos Omega-3 son un pilar de salud

Los ácidos grasos Omega-3 son un pilar de salud
Felicidad Pixabay

Los ácidos grasos esenciales Omega-3 pueden tener importantes beneficios para la salud general, y están directamente relacionados con la salud cardiovascular, la artritis reumatoide y otras enfermedades crónicas. Tanto si se quiere promover la salud del corazón, o aliviar ciertas dolencias, como si se quiere garantizar la salud general, estos ácidos deben tenerse muy en cuenta.

Beneficios de salud para jóvenes y mayores

Los ácidos grasos Omega-3, también conocidos como ácidos grasos poliinsaturados, son necesarios para la salud humana de muchas maneras. Aunque sus importantes beneficios se muestran en cualquier persona, lo son aún más para adultos y mayores, pues ayudan a prevenir ciertas dolencias propias de la edad. Tomados en la dosis adecuada y recomendada a las necesidades concretas, pueden tener efectos muy positivos.

Si bien son esenciales para las personas de todas las edades, incluso en el crecimiento y el desarrollo cerebral de los niños (previene la desnutrición y aporta energía), la investigación ha demostrado que los ácidos grasos Omega-3 tienen un impacto beneficioso en dos, y posiblemente más, en los problemas de salud que afectan a las personas mayores:

Salud cardiovascular

El Omega-3 puede disminuir los niveles elevados de triglicéridos, responsables del riesgo de enfermedad cardíaca. Comer una dieta rica en nutrientes, fortalecida con suplementos como el aceite de hígado de bacalao, con un altísimo contenido de ácidos grasos Omega-3, también disminuye el riesgo de accidente cerebrovascular. Algunos estudios también han demostrado que los ácidos grasos Omega-3 pueden tener un efecto moderado sobre la presión arterial y pueden ser beneficiosos en personas con problemas circulatorios, como las varices.

Artritis Reumatoide

Estudios científicos han demostrado una y otra vez que los suplementos de aceite de pescado pueden ayudar a reducir el dolor y la rigidez en las articulaciones y también pueden aumentar la eficacia de los medicamentos antiinflamatorios. Tomadas en la medida adecuada, hay sugerencias de que el Omega-3 podría ayudar también en las funciones cognitivas, la memoria y en casos de depresión.

Visto de otra manera, los síntomas de la deficiencia de ácidos grasos Omega-3 incluyen: fatiga, mala memoria, sequedad de la piel, problemas cardíacos, cambios de humor o depresión y mala circulación.

Una dieta rica en Omega-3

A diferencia de la vitamina D, que se produce en el cuerpo mediante la exposición de la piel a la luz solar, el cuerpo no puede producir Omega-3. En su lugar, proviene de alimentos específicos que comemos, y de suplementos de aceite de pescado.

Hay dos tipos principales de ácidos grasos Omega-3 en nuestras dietas: el ácido APA que se encuentra en aceites vegetales, nueces, soja y algunas verduras; y el ácido EPA así como el ácido DHA, que provienen principalmente del pescado y algún marisco. Éstos últimos son la fuente principal de los conocidos suplementos de aceite de pescado, ahora en un formato de cápsula o en dosis más agradables que el tradicional líquido de intenso sabor, y ofrecen un cuadro nutricional completo incluyendo las vitaminas esenciales A y D, yodo y fósforo.

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