SerGordo / Diario de una operación

La cirugía bariátrica no te amputa tu ‘historial’ alimenticio ni resetea tu mente, sólo reduce tu estómago

Uno sigue con sus días de gloria y noches de agonía pero luchando por cambiar los hábitos

La cirugía bariátrica no te amputa tu 'historial' alimenticio ni resetea tu mente, sólo reduce tu estómago
Quirófano

Ahora mi despensa es la de una persona normal; puedo tener chocolate, galletas, patatas y que permanecer en mi alacena e incluso hasta que se pasen, sin que las coma y cuando como, por ejemplo una galleta, tomo sencillamente una y basta

Los gordos tenemos malos hábitos alimenticios, frase que, por obvia, no deja de tener sentido.

Comemos demasiado y de alimentos indebidos, probablemente llenos de hidratos rápidos, a horas intempestivas y de forma oculta.

Cuando te sometes a una operación de cirugía bariátrica no te amputan tu historia anterior, no te resetean tu mente; por tanto, sigues siendo tú, con tus días de gloria y tus noches de agonía.

De ahí esa necesidad de luchar día a día en el proceso de cambiar de hábitos: en este proceso estoy.

Quiero resaltar un hecho que por gratificante no deja de sorprenderme menos y es el siguiente.

No podía tener comida en mi casa, porque me la terminaba comiendo de una atacada –y por comida me estoy refiriendo a helados, galletas, chocolate, patatas fritas… no a verduras frescas, frutas y yogures–.

Es decir, tener comida de rápida e inmediata ingesta disponible, me suponía una ansiedad tal, que esta no terminaba hasta que yo acababa con ella de una atacada.

Pues bien, ahora mi despensa es la de una persona normal; puedo tener chocolate, galletas, patatas y que permanecer en mi alacena e incluso hasta que se pasen, sin que las coma y cuando como, por ejemplo una galleta, tomo sencillamente una y basta.

A una persona que no sea gorda, esto le parecerá una estupidez, algo anodino y cotidiano. Pues ya ven que no; yo he tenido que sufrir una cirugía para poder tener un comportamiento más normal y cotidiano con la comida.

Esta serie de hábitos dañinos que tenemos los gordos son algo inconsciente; es una manera de manejarte por el mundo, incluso de defenderte de sus ataques, que se produce de una forma inconsciente y automática, solo llegas a saber que lo haces, nunca cómo y por qué.

LA HUELGA GENERAL DEL 29-S

Cambiando de tercio, antes constantemente me venía a la mente la comida. Ahora, entre otras cosas, son las noticias y concretamente, lo ocurrido en España con motivo de la llamada huelga general del 29 de septiembre, que como todos sabemos ni fue huelga, pues se impidió por coacción el ejercicio del derecho al trabajo, ni mucho menos general.

Si uno medita de forma pausada en la figura de los sindicatos españoles, inmediatamente descubres que están perdidos en el tiempo, situados en los años cincuenta-setenta del siglo pasado; y hablando de liberados, esa figura que sólo se sostiene a finales del siglo XIX y principios del XX; lo mismo que lo de piquetes informativos, mas bien coactivos.

Los españoles tendremos que aprender que en las sociedades del siglo XXI se ha acabado el trabajo fijo, los convenios colectivos para fijar las condiciones laborales, las horas extraordinarias y tantos derechos que en otra época fueron un hito, pero que hoy no se pueden sostener.

Tendremos que ir al mundo libre del trabajo a contratar o contratarnos en las circunstancias que estos ofrezcan, y estas no serán un trabajo definitivo ni perenne, como si fuéramos funcionarios, sino que se adaptaran a las condiciones del mercado en cada momento y cuando dejes de ser útil a la empresa o al medio tendrás que cambiar y buscarte otro y sin derechos de despido.

Y los sindicatos tendrán que dejar de ser sufragados por el Estado y vivir de las cuotas de sus afiliados.

O lo entendemos de una vez por todas o España no saldrá nunca de la recesión económica.

Cogito ergo sum.

Buenos días y buena suerte.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Concha Páez

Licenciada en derecho por la Universidad de Granada (1977-82).

Lo más leído