Aconsejan comer sopa cuatro o más veces por semana

La Fundación Dieta Mediterránea aconseja consumir sopa «cuatro o más veces por semana», incrementando su consumo medio actual –de dos sopas semanales– porque se trata «de un plato sano y nutritivo para cualquier persona y en cualquier momento del día», según el presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, Lluís Serra.

Para reivindicar este plato y en general el consumo de guisos «de cuchara», que han quedado «arrinconados» por las nuevas costumbres culinarias, la Fundación Dieta Mediterránea ha creado el «Decálogo de la Sopa» en colaboración con Gallina Blanca, un documento con 10 buenas razones para consumir este alimento.

Según Serra, entre las ventajas de la sopa destaca «su versatilidad, su fácil combinación con otros alimentos». «La sopa aporta vitaminas, minerales y fibras que la hacen recomendable a cualquier edad. Además nos aporta hidratación. Nos sacia. Es fácil de digerir y permite mantener un mayor control sobre el peso», por lo que puede resultar muy útil contra la obesidad, sobre todo en niños, ha señalado.

«La presencia en la sopa de alimentos sólidos de origen vegetal en forma de verduras, legumbres, cereales, o de origen animal, la convierte en un alimento muy adecuado. Pero además, el contenido de líquidos como el agua permite cubrir las necesidades hídricas en todas las edades», asegura Serra, quien por ello considera este alimento es especialmente beneficioso para embarazadas y deportistas.

Para el presidente de la Fundación Dieta Mediterránea no sirven las excusas como la falta de tiempo para tomar sopa, «hoy en día hay en el mercado una amplia variedad de soluciones culinarias de calidad para escoger por lo que ello no debe ser una barrera significativa para que este plato falte en nuestra mesa».

1.Forma parte de la tradición culinaria universal y mediterránea. Su origen data del 500.000 a.C cuando el hombre descubrió el fuego y empezó a sumergir los alimentos en agua caliente para que se ablandaran antes de ingerirlos. Fue así como nació la sopa, una preparación culinaria que se empezó a consumir en el Mediterráneo desde el siglo I, siendo muy popular en la Edad Media hasta hoy.

2.Contribuye a una alimentación variada. Con pescado, carne, arroz, hierbas aromáticas, ajo, verduras* La combinación de los alimentos hace de la sopa un alimento versátil y equilibrado. En la sopa podemos introducir todos los alimentos de la Dieta Mediterránea, combinados de forma idónea y en cantidades reducidas, contribuyendo así a una dieta equilibrada, variable y saludable.

3.Hidrata el organismo y ayuda a recuperar los minerales esenciales. La sopa es un alimento que contribuye a la ingesta de líquido, cubriendo así las necesidades de hidratación y recuperar los minerales perdidos para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

4.Es un alimento económico y sobrio. Tradicionalmente la sopa ha sido la forma más corriente de alimentación de gente de escasos recursos económicos. La idiosincrasia de la sopa permite aprovechar el líquido de cocción de vegetales, añadir ingredientes que se tengan a mano y de esta forma abaratar el coste de la sopa, obteniendo un plato abundante y nutritivo.

5.Rica en vitaminas y minerales. La sopa favorece el aprovechamiento de los micronutrientes – vitaminas y minerales – que se hallan en vegetales, carnes y pescados utilizados en su elaboración.

6.Tiene un gran poder saciante. La sopa favorece la sensación de saciedad, reduciendo así la posible ingesta de otros alimentos, lo que se traduce en una disminución total de energía y permite mantener un buen control de peso.

El decálogo de esta fundación apunta entre sus razones para consumir sopa que es fácil de digerir; que es «un alimento sano y seguro»; que se puede tomar todo el año; que es «buena para todas las edades» y «para embarazadas y deportistas».

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