La Comisión Europea publicó este 27 de mayo de 2011 un informe en el que apostando por la tecnología molecular, ofrece respuestas a muchas de las preguntas que se hacen los consumidores, que, entre otras cosas, desean saber de qué especie proviene el producto, dónde se pescó y, si es salvaje o de piscifactoría.
El estudio, titulado ‘Represión de las actividades ilegales en el sector pesquero‘, elaborado por el Centro Común de Investigación de la Comisión (JRC), apunta que esta vía de investigación puede ayudar en la lucha contra las prácticas ilegales.
Además, el hallazgo permitirá trazar el origen de productos tan complejos como puede serlo el pescado enlatado.
Como explica Elisa Pineiro Kruik en El Mundo, este estudio puede ayudar bastante al consumidor español. Entre otras razones, porque en la pescadería no es raro que le metan ‘perca por rape’.
Un claro ejemplo del fraude en el sector pesquero es cuando, a precio de ganga, se venden filetes de bacalao o incluso de lenguado supuestamente procedentes del Báltico cuando en realidad son simples filetes de pez gato del mar del Norte.