La senadora Cornelia Prüfer-Storcks, responsable de la sospecha contra la agricultura española dice que no hay lugar para las indemnizaciones
El origen de la infección por la bacteria E.Coli podría está en brotes de soja y frijol verde, también conocido como garbanzo chino, cultivados en territorio alemán.
Así lo ha asegurado Gert Lindemann, ministro de Agricultura de Baja Sajonia, en una conferencia de prensa en la que ha ha insistido en que las pruebas de las que disponen son «bastante concluyentes», pero no definitivas hasta que se lleven a cabo nuevos análisis este 6 de junio de 2011.
Lindemann ha añadido que las condiciones de fabricación de estos brotes, con temperatura templada y ambiente de vapor, se han considerado «ideales para el desarrollo del patogeno», que ya se ha cobrado la vida a 22 personas y ha dejado más de dos millares de afectados en Europa.
El titular de Agricultura de Baja Sajonia ha dicho que en la empresa responsable del brote infeccioso, que tiene sede en Uelzen (a 75 kilómetros de Hamburgo), «coinciden los rastros de muchos lugares en los que se registraron brotes de la enfermedad».
Lindemann ha mencionado que se han hallado focos en Frankfurt y Darmstadt, en la región de Hesse, y tambien el en restaurante de Lübeck que se identificó el sabado.
La noticia condicionará la reunión que el 6 de junio de 2011 mantendrán los ministros de Sanidad de la UE en la que abordarán cómo hacer frente a la hasta ahora llamada crisis del pepino.
Tras esta revelación, España podría replantearse sus argumentos para reclamar una indemnización a Alemania por atribuir el brote infeccioso al pepino español, causando péridas al sector.
Explica Rafael Poch en La Vanguardia que la senadora Cornelia Prüfer-Storcks, responsable de la sospecha contra la agricultura española insiste en que «no hay lugar para las indemnizaciones».
La posibilidad de que determinadas hortalizas fuesen el origen del brote infeccioso cambió las hábitos de vida en Hamburgo, donde proliferaron los anuncios en comercios que anunciaban que vendían bocadillos «sin lechuga y otras verduras».