La anorexia y la bulimia son dos trastornos alimentarios graves, con consecuencias peligrosas para la salud física y mental de las personas que los padecen.
Causas: suelen ser el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y socioculturales.
Algunos de los factores que pueden contribuir a la aparición de estos trastornos incluyen:
- Factores biológicos: Hay evidencia que sugiere una predisposición genética a los trastornos alimentarios, lo que significa que algunas personas pueden tener una mayor vulnerabilidad genética a desarrollar anorexia o bulimia.
- Factores psicológicos: La baja autoestima, la insatisfacción corporal, la presión por alcanzar estándares de belleza poco realistas y los problemas de autoimagen pueden influir en el desarrollo de estos trastornos.
- Factores socioculturales: Los mensajes sociales y culturales que promueven la delgadez extrema como un ideal de belleza, la presión social y los mensajes contradictorios sobre la alimentación pueden contribuir al desarrollo de los trastornos alimentarios.
Grupos de riesgo: pueden afectar a personas de cualquier edad, género o trasfondo socioeconómico, pero hay ciertos grupos que tienen un mayor riesgo.
Algunos de ellos son:
- Adolescentes y adultos jóvenes: La anorexia y la bulimia a menudo comienzan durante la adolescencia o al principio de la edad adulta.
- Mujeres: Aunque los hombres también pueden desarrollar estos trastornos, las mujeres tienen una mayor probabilidad de padecerlos.
- Personas con antecedentes familiares: Aquellas personas que tienen familiares cercanos que han experimentado trastornos alimentarios tienen un mayor riesgo de desarrollarlos.
- Atletas y bailarines: Los deportes y actividades que enfatizan la delgadez o tienen requisitos de peso pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios.
Riesgos: Los trastornos alimentarios pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental.
Algunos de los riesgos asociados incluyen:
- Desnutrición: La restricción extrema de alimentos en la anorexia puede llevar a la desnutrición, lo que afecta el funcionamiento normal del cuerpo y puede dañar órganos vitales.
- Problemas cardíacos: La desnutrición y los desequilibrios electrolíticos asociados con la bulimia pueden causar problemas cardíacos, como arritmias o insuficiencia cardíaca.
- Trastornos metabólicos: La falta de nutrientes adecuados puede afectar el metabolismo del cuerpo y causar alteraciones hormonales y problemas de regulación del azúcar en la sangre.
- Daño dental: El vómito frecuente en la bulimia puede provocar erosión del esmalte dental, caries y otros problemas bucales.
- Problemas emocionales y mentales
ADOLESCENTES Y ESTUDIOS
El Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) alerta del riesgo que entraña la cercana época de exámenes para personas con trastornos de la alimentación, como la anorexia y la bulimia.
Se aumenta el estrés y la exigencia personal afectando negativamente en las pautas de alimentación de los jóvenes.
Según advierten, el nivel de exigencia personal y el carácter perfeccionista de estos pacientes comporta una alta intolerancia a la frustración, por lo que es habitual que en épocas de exámenes destinen gran parte de su tiempo al estudio para lograr los más altos resultados alterando así sus hábitos alimentarios.
Algunos enfermos evitan la frustración de no obtener las notas deseadas mediante la pérdida de peso para compensar unos resultados más bajos de lo esperado, mientras que también se detecta un mayor consumo de productos saciantes ricos en carbohidratos para calmar la ansiedad, «lo que deriva también en un aumento de los atracones», advierte.
Estos expertos explican que el perfeccionismo de estos jóvenes explica por qué en época de exámenes, o incluso con meses de antelación, aumentan los niveles de aislamiento social de estos pacientes.
De hecho, recuerdan, hace años uno de los mitos sobre la anorexia era que afectaba a chicas inteligentes de muy alto rendimiento académico.
Posteriormente se descubrió que estas personas dedicaban una exagerada cantidad de tiempo a los estudios, así que en la mayoría de los casos los buenos resultados no son consecuencia de la inteligencia sino el tiempo invertido en el estudio en detrimento de otras actividades o relaciones sociales.
Además, los expertos recuerdan que el aislamiento social se relaciona en estos jóvenes con el aumento de los síntomas depresivos y la obsesividad, por lo que recomiendan reforzar la atención sobre esto pacientes para evitar el aislamiento social y la dedicación excesiva al estudio, ofreciendo estrategias para afrontar la ansiedad y otros aspectos como el perfeccionismo, el miedo al fracaso o la tolerancia a la frustración.