Las ventas de tabaco se están desplomando tras la última subida de impuestos, que obligó a la industria a subir en abril los precios de las principales marcas hasta 25 céntimos por cajetilla.
Cuenta Javier Romera en ‘El Economista’ que durante el pasado mes de mayo se vendieron 4.437 millones de cigarrillos, lo que supone un caída del 21,26% respecto al año anterior.
Y eso que en las últimas semanas se ha parado algo el desplome porque durante los primeros días del mes, el desplome llegó a superar incluso el 40%.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que estos son los datos de distribución de Logista a los estancos y que, según explican en la industria, esa fuerte caída podría haber obedecido a que ante la inminencia de la subida de los precios, las expendedurías podrían haber acaparado tabaco en abril.
Las fuentes consultadas explican, no obstante, que la fuerte caída de las ventas a los estancos no se corresponde con la evolución del consumo.
De hecho, según las últimas encuestas y estudios realizados el número de fumadores apenas varía a pesar incluso de las últimas leyes aprobadas, del endurecimiento de las advertencias sanitarias y de la prohibición de fumar en todos los lugares públicos.
Contrabando y falsificación
La caída de las ventas, que se acumula al fuerte desplome registrado ya en los últimos cuatro años -entre 2008 y 2011 han caído un 33% de acuerdo con los datos del Comisionado del Mercado de Tabacos (CMT)-, obedece al crecimiento del contrabando.
Hace apenas cinco años el tráfico ilíticito había desparecido de España gracias a la labor inspectora en las aduanas, pero también a que las cajetillas de cigarrillos eran mucho más baratas en España en comparación con nuestros vecinos europeos.
Tras los últimos incrementos de impuestos y la fuerte subida de precios registrada en los últimos años, la situación sin embargo ha cambiado radicalmente y si al contrabando se suman las falsificaciones, el tráfico ilícito se eleva ya hasta el 12%.
Son casi cuatro puntos más que hace sólo un año y lo peor es que la situación en Andalucía, donde la tasa se eleva hasta casi el 20%, comienza a poner al borde de la desaparición a muchas expendedurías, poniendo además en grave peligro los ingresos del Estado.
De hecho, el Gobierno asume ya que la última subida fiscal sobre el tabaco mermará aún más sus ingresos por los impuestos especiales que gravan este producto.
Según se recoge en el Programa de Estabilidad para el periodo 2012-2015, el Estado recaudará este año 6.884 millones de euros por este concepto, lo que supone 369 millones menos que en 2011, cuando se ingresaron 7.253 millones.
Es una caída del 5,1%, pero que se suma a otra más registrada ya el año pasado como consecuencia también de la subida impositiva aprobada por el Ejecutivo socialista a finales de 2010.
En total, los ingresos por los impuestos especiales del tabaco se reducirán así en 539 millones de euros en tan sólo dos años, lo que equivale al 7,26%.