Toda la alimentación de Hitler no era casualidad, tenía que ser probada por una persona, la encargada era Margot Woelk por la que hemos conocido que todo lo que tomaba eran vegetales frescos.
«Todo lo que comía eran vegetales. Espárragos, pimientos, guisantes, arroz y ensaladas. Nunca hubo ni carne ni pescado» ha confesado Woelk, una anciana de 95 años que ha realizado una entrevista a The Telegraph.
Además de probar toda la comida antes de que llegara al plato de Hitler, también se aseguraba que nadie quisiera envenenarlo.
«Entre las 11 y las 12 probábamos la comida para comprobar que no estaba envenenada y luego las SS se la llevaban al Führer».
«Estábamos muy asustados, pero no quedaba otro remedio», así lo recordaba la única persona que ha sobrevivido del equipo que le rodeaba.
Además hemos conocido el interés de Hitler por las llamadas «las judías nazis», consistían en granos de soja que servía de alternativa de la carne.
Según publicaba ABC, la mansión que el Führer quería construir en Hollywood, tenía jardín para el cultivo de vegetales.
Este interés se debía «a la obsesión con la pureza del cuerpo de la raza aria».
The Telegraph afirma que lo que quería hacer Hitler si ganaba la guerra, era «convertiría a Alemania al vegetarianismo».
Pero también se ha conocido que la carne sí llegó a probarlo ya que Dione Lucas, el cocinero que trabajó con él, asegura que su pasión eran «la paloma estofada y las salchichas bávaras».