Aunque es cierto que al dormir se gasta menos energía, diversos estudios han demostrado que dormir entre 8 y 10 horas diarias protege contra el sobrepeso
Cada época ha endiosado unos alimentos y satanizado otros, desarrollando lo que hoy son mitos, costumbres y leyendas, casi siempre falsas.
Así se ha terminado aceptando como si fueran verdad, pese a haber razones físicas y médicas que lo contradicen, que la fruta fermenta en el estómago, que las ostras son afrodisíacas o que dormir mucho no engorda más.
Estos falsos mitos de la alimentación, que pueden hacer peligrar la salud, son sólo tres de los que desmonta «Comer o no comer? Falsedades y mitos de la alimentación» (Planeta), un libro escrito por Antonio Ortí, Ana Palencia y Raquel Bernacer, que disecciona 98 mitos habituales, consiguiendo esclarecer el origen de estas afirmaciones y esclareciendo, con la ayuda de profesionales de la nutrición, hasta qué punto son ciertos.
DIEZ MITOS MÁS FALSOS QUE UN EURO DE MADERA
- 1. No hay que comer grasa porque es perjudicial para la salud: es verdad que la grasa en exceso contribuye a la obesidad, pero también hay que distinguir entre grasas «buenas» y «malas», ya que el consumo de las primeras, son fundamentales para algunos procesos del organismo.
- 2. Se debe eliminar completamente los carbohidratos de la dieta: esto es falso, porque son los alimentos que suministran energía al cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso.
- 3. No desayunar es la mejor manera de perder peso: al contrario de lo que señala este mito, comer un desayuno equilibrado contribuye a un reparto más armónico de las calorías a lo largo del día.
- 4. Las ostras son afrodisíacas: este mito, también se extiende con los mariscos en general y según esto el libro consigna que no existe demostración científica alguna. Lo que sí está comprobado es que aportan vitaminas A y D, calcio, magnesio y, en menor medida, yodo, potasio y fósforo.
- 5. Dormir más, engorda más: si bien es cierto, que al dormir se gasta menos energía, diversos estudios han demostrado que dormir entre 8 y 10 horas diarias protege contra el sobrepeso.
- 6. Comer más de tres huevos es malo: esta afirmación se basa en el supuesto aumento del colesterol que esto produciría, sin embargo, una persona sana puede comer hasta 7 huevos. Mientras que una persona que tenga exceso de colesterol en la sangre, puede comer perfectamente tres o cuatro huevos a la semana.
- 7. La miga del pan engorda más que la corteza: esta es otra creencia que se debe dejar de lado, puesto que la miga es donde se encuentra una mayor concentración de agua y menos nutrientes, por lo tanto, el aporte calórico es inferior a la de la corteza, que al contener menos agua es donde se concentran más nutrientes y muchas más calorías que en la miga.
- 8. Comer dulces vuelve hiperactivos a los niños: la mayor parte de los estudios que se han realizado hasta el momento concluyen que no hay una relación entre estos dos factores, pero de todas formas, existen otras razones para que los niños no consuman dulces, como el poco aporte de nutrientes y que pueden contribuir a la obesidad, enfermedades coronarias y/o caries.
- 9. Mascar café burla la alcoholemia: según lo que se señala, esto no es efectivo porque el grano solo absorbe cierto alcohol que se encuentra en la saliva, algo que es insuficiente para el test.
- 10. Un antojo no satisfecho durante la gestación, marca al bebé: no se ha descubierto ninguna relación entre estos hechos, pero generalmente los médicos recomiendan que no hay nada de malo en satisfacer estos deseos durante el embarazo, siempre y cuando, sea de manera equilibrada.
EL LIBRO Y SU COAUTORA
La coautora del libro, Ana Palencia, destaca a Europa Press que estos mitos «nacen por lo fácil que resulta para toda la población hablar de alimentación, y la enorme desinformación existente», aunque recuerda que «no hay campo del saber humano que esté libre de mitos y rumores».
«Alimentarnos es un acto que hacemos a diario y del cual nos parece fácil poder emitir opinión, manejando nuestras propias teorías, en muchas ocasiones de manera muy personal sin hacer caso o investigar de lo que está o no demostrado, lo cual ha tenido como consecuencia la proliferación de los falsos mitos existentes en la realidad».
«A diario oímos opiniones de todo tipo acerca de lo que es lo mejor o peor para nuestra alimentación y para diferentes ámbitos de nuestra vida».
Esta situación ha empeorado con la revolución digital y, sobre todo, las redes sociales.
«La facilidad de encontrar toda la información en las redes además de comunicar tu opinión ha hecho que no dejen de proliferar».
«Hay que cribar lo que se dice y quién lo dice para no llevar a confusión a nadie. Es lamentable que muchos de los falsos mitos que circulan, rara vez sean rebatidos por aquellos que mejor los conocen, lo cual hace que se conviertan en verdades que acaban por hacer más mal que bien».
Esta experta en nutrición, destaca la necesidad de este libro desde la perspectiva del rigor a la hora de desmontar leyendas sobre la nutrición; y, sobre todo, porque existen falsedades que «merecían ser clarificadas».
Consejos como comer solo piña a diario para adelgazar, o que no se tome nada de grasa porque es mala para la salud, o que se elimine completamente los carbohidratos de la alimentación, o que no se desayune a diario porque es la mejor manera de perder peso, entrañan un peligro para el organismo, al que «pondrá en mayor predisposición a desarrollar más enfermedades que a mejorar su salud y calidad de vida».
LOS QUE PRODUCEN MIEDO
Palencia destaca entre los mitos de alimentación más preocupantes la afirmación de que «comer un único alimento adelgaza», ya que la «aterra» que alguien pueda pensar que es sano comer un único alimento:
«No existe un alimento que aporte todos los nutrientes que el ser humano necesita, el que más es la leche materna y sólo la tomamos los primeros meses de vida».
«La clave es que todo el mundo conozca la importancia se seguir una alimentación variada, equilibrada y moderada, así como tener presente la necesidad de hacer actividad física diaria».
La experta gestiono durante años el departamento de nutrición de Unilever.
En cuanto a cuál considera el más sorprendente, aunque afirma que son muchos se decanta por el que sostiene que ‘la margarina se inventó para alimentar a los pavos’, cuando lo cierto es que «no hay nada más lejos de la realidad», puesto que se remonta a 1866 cuando Napoleón III de Francia ofreció una recompensa a cualquiera que encontrara un untable saludable, económico y fácil de conservar, destinada a las clases trabajadoras.
¿COMER O NO COMER?
La fruta no fermenta en el estómago, este es el mito 25 de este libro, donde recuerdan que «ningún alimento fermenta en el estómago salvo que se padezca una obstrucción intestinal»; las ostras no son afrodisíacas, mito 70, ya que «no existe demostración científica alguna», lo que sí esta comprobado es que aportan vitaminas A y D, calcio, magnesio y, en menor medida, yodo, potasio y fósforo; cuanto más duerme una persona, más engorda según el mito 88, sin embargo , «aunque es cierto que al dormir se gasta menos energía, diversos estudios han demostrado que dormir entre 8 y 10 horas diarias protege contra el sobrepeso».
Otra mentira relacionada con la alimentación muy extendida es aquella que afirma que comer más de tres huevos es malo, este es el mito 35 y se basa en la creencia de que se dispara el colesterol, sin embargo una persona sana puede comer hasta 7 huevos, mientras que una persona que tenga exceso de colesterol en la sangre puede comer perfectamente tres o cuatro huevos a la semana.
Asimismo, tampoco es cierto que la carne más barata es la que procede de animales clonados (mito 2); que la miga del pan engorde más que la corteza (mito 15); que comer dulces vuelve hiperactivos a los niños (mito 41); que los huevos morenos son más nutritivos que los blancos (mito 44); que hay que elegir alimentos según el grupo sanguíneo (mito 59); que la miel lo cura todo (mito 71); que mascar café burla el alcoholímetro (mito 73); o que un antojo no satisfecho deja una marca en el bebé (mito 85).
Estos son solo algunos de los mitos que destacan en este libro que tiene un fin social, ya que, explica Palencia, además de servir para «adquirir un mayor conocimiento sobre si hay que comer o no determinados alimentos», los beneficios se destinarán íntegramente a Cáritas para poder aportar ayuda a esta institución que esta ayudando a dar de comer a personas que están atravesando dificultades en la actualidad.