Las de soja, arroz, almendra y avena se hacen hueco en el mercado

Leche: Adiós a la dictadura de las vacas

En España se ha reducido el consumo de leche líquida de origen animal en casi un 25%

Muchos de quienes siguen dietas de adelgazamiento también han abandonado a la vaca

La leche, de vaca. Esa máxima no escrita hace tiempo que se viene resquebrajando gracias a la paulatina irrupción en las mesas de los desayunos de Occidente de leches de origen vegetal.

Las de soja, arroz, almendra y avena se hacen hueco en el mercado. Ya no hay que elegir sólo entre entera, semidesnatada o desnatada.

No hay que remontarse mucho más de cuatro años para hallar un desierto total en los lineales de los supermercados en lo referente a leches de distintos orígenes al vacuno.

Tampoco sigue siendo extraño en la actualidad que el erial perdure en alimentaciones ubicadas lejos de núcleos urbanos densamente poblados, pero en estos, ahí donde se mueve el gran consumo, la cosa sí que ha cambiado: las leches de origen vegetal han traspasado la frontera del gueto de herbolarios y tiendas especializadas en los que vivían confinadas para abrirse a un nuevo mundo de potenciales clientes.

Ajenos a la polémica sobre si ha habido o no pacto de precios en la industria láctea sobre lo que pagar a los ganaderos e, incluso, a la próxima liberalización de las cuotas lácteas en la UE, tras 30 años de estricta regulación, las leches distintas a las de vaca se han popularizado, especialmente las vegetales.

  Tres tipos, según su origen

Las leches vegetales son de tres tipos, según procedencia: de legumbre, frutos secos y cereales. De entre todas ellas, las de soja, arroz, almendra y avena son las que más penetración de mercado presentan.

Si entre sus primeros clientes se encuentran veganos y personas con intolerancia a la lactosa o con colesterol, muchos de quienes siguen dietas de adelgazamiento también han abandonado a la vaca por ellas. Como gran reto, conquistar al consumidor común por sí mismas.

En la carrera por conseguir ese objetivo quizá sea la leche de avena la que más camino tenga avanzado, si bien al elaborarse con agua no debería llamarse leche, en estricto sentido.

Sus armas: fácil digestión, contiene fibra que combate el colesterol y los triglicéridos, al tiempo que mejora la flora intestinal y ayuda frente al estreñimiento, su consumo crea sensación de saciedad y ofrece protección cardiovascular al aportar pocos ácidos grasos.

Cambio en los hábitos de consumo

Está claro que, por el momento, las más de 1.500 industrias lácteas que hay en España no tienen que alarmarse por la competencia de las leches vegetales, pero su popularidad y variedad va en aumento y la transformación de los hábitos de consumo de la población es un hecho, lento pero real.

El Observatorio del Consumo y Distribución Alimentaria del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino indica que, entre el año 2000 y el 2012, en España se ha reducido el consumo de leche líquida de origen animal en casi un 25%, según datos recogidos en un artículo por La Vanguardia.

En ese mismo artículo se indicaba que Liquats Vegetals, la primera productora de bebidas vegetales en España, fundada en 1991, en un progresivo avance, cifraba en 2012 su volumen de negocio en nueve millones.

Las de chufa, espelta, avellana, quinoa o kamut son otras de las leches cada vez más fáciles de encontrar en el mercado, a la espera de quienes deseen experimentar.

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