Pocas bromas.
La historia de un tipo de Texas al que una bacteria, que contrajo por no ducharse en el gimnasio con sandalias, casi le come el pie completo, es el ejemplo claro de lo peligrosa que es esta práctica tan habitual.
Al comienzo le apareció una verruga singular, la cual se multiplicó en cinco que empezaron a abrirse.
Después de muchos remedios y varios meses de dolor, el hombre no identificado fue sometido a cirugía de injerto de piel con escamas de pescado. Han pasado dos meses desde la cirugía y todavía no es capaz de caminar correctamente.
El hombre contó su historia de manera anónima a la radio de Houston de 94.5.
Además, envió fotos de su enfermedad a la estación radial.
De este modo pretende advertirle a las personas que no se bañen sin sandalias en las duchas de los gimnasios.