Como todas las cosas buenas o por lo menos útiles, hay discrepancia sobre quien fue el genio que creo el frigorífico, la nevera nuestra de toda la vida.
En cualquier caso, Carl von Linde, un ingeniero alemán, es ampliamente reconocido por haber desarrollado un sistema de refrigeración de amoníaco en 1876 y haber obtenido una patente por él en 1877.
Aunque su invención estaba dirigida principalmente a aplicaciones industriales y comerciales, su trabajo fue un paso importante hacia la creación de sistemas de refrigeración más prácticos y eficientes, que eventualmente llevarían al desarrollo de los frigoríficos modernos.
- Primeros conceptos y experimentos: En el siglo XVIII, se realizaron algunos experimentos rudimentarios en relación con la refrigeración. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando se lograron avances más significativos.
- Refrigeración por compresión de vapor: En 1834, Jacob Perkins obtuvo una patente para un sistema de refrigeración por compresión de vapor. Sin embargo, este diseño no fue práctico para aplicaciones domésticas.
- Refrigeración por absorción de amoníaco: En 1856, James Harrison desarrolló una máquina de hielo que utilizaba amoníaco como refrigerante. Aunque esta tecnología no fue inicialmente aplicada a la conservación de alimentos, marcó un avance en la refrigeración.
- Invención del frigorífico doméstico: La invención del frigorífico doméstico más reconocida se atribuye a Carl von Linde, quien patentó un sistema de refrigeración de amoníaco en 1877. Sin embargo, estos primeros frigoríficos eran grandes y costosos.
- Avances en el siglo XX: A lo largo del siglo XX, hubo una serie de mejoras en la tecnología de refrigeración y en el diseño de frigoríficos. Se desarrollaron sistemas más eficientes, seguros y asequibles, lo que permitió que los frigoríficos se volvieran más comunes en los hogares.
- Introducción de refrigerantes seguros: A medida que se descubrieron los riesgos asociados con algunos refrigerantes como el amoníaco y el dióxido de azufre, se desarrollaron alternativas más seguras como los clorofluorocarbonos (CFC). Sin embargo, los CFC se asociaron más tarde con la degradación de la capa de ozono y fueron reemplazados por otros refrigerantes más amigables con el medio ambiente.
Curiosidades del frigorífico:
- Impacto en la vida moderna: La invención del frigorífico revolucionó la forma en que almacenamos y conservamos alimentos, permitiendo una mayor durabilidad de los productos perecederos y cambiando los hábitos de compra y consumo.
- El «Frigorífico del Titanic»: El famoso barco Titanic estaba equipado con un avanzado sistema de refrigeración que incluía frigoríficos para conservar alimentos perecederos durante el viaje. Sin embargo, la tragedia del naufragio eclipsó este avance tecnológico.
- Desarrollo de la industria alimentaria: La disponibilidad de frigoríficos influyó en la expansión de la industria de alimentos procesados y congelados, permitiendo la distribución a larga distancia de productos frescos y congelados.
- Día del Refrigerador: En algunos países se celebra el «Día del Refrigerador» en reconocimiento a la importancia de este dispositivo en la vida moderna.
- Diseño y estilo: A lo largo de las décadas, los frigoríficos han evolucionado no solo en términos de tecnología, sino también en diseño y estilo. Los modelos vintage de frigoríficos todavía son populares por su apariencia retro.
- Refrigeración sin electricidad: En lugares donde la electricidad es escasa, se han desarrollado tecnologías de refrigeración que funcionan con energía solar o mediante procesos químicos, lo que ayuda a conservar alimentos en áreas remotas.
Tabla de lo que ‘aguantan’ los alimentos congelados.
CLAVES PARA CONGELAR COMIDA
Para evitar infecciones e intoxicaciones por los alimentos, debemos asegurarnos de que se congelan cuando están frescos y meterlos dentro de un envase hermético.
Pero lo más importante es saber cuánto tiempo se puede mantener un producto en el congelador antes de que pierda su sabor o se convierta en algo peligroso para comer.
En el caso de los cereales y los dulces, el pan horneado aguanta en el congelador entre 2 y 3 meses como máximo, mientras que si no ha sido hecho durará únicamente 1 mes.
Con las galletas sucede algo parecido, pero éstas aguantan hasta 8 meses y sólo 3 si decidimos congelar la masa.
Por otro lado, los alimentos con proteínas ocupan un amplio hueco en nuestro congelador y es de suma importancia saber el tiempo de conservación.
El pollo y el pavo pueden aguantar hasta 1 año, pero sólo en el caso de que el animal no estuviera troceado.
Si tenemos filetes de pollo o pavo, el tiempo se reduce a 9 meses.
Las chuletas de cerdo tienen una durabilidad de 6 meses si están crudas y un máximo de 12 si las hemos congelado asadas. En el caso de la ternera -sin cocinar- tiene una durabilidad de 9 meses.
Aunque los mariscos pueden aguantar hasta un año en el fondo del congelador bien conservados, no significa que pase lo mismo con los pescados blancos y azules.
En el caso de los blancos, puede conservarse en buen estado hasta los 6 meses y de 2 a 3 si es pescado azul.
En caso de que este último esté cocinado, únicamente entre los 4 y 6 meses.
No es muy común congelar huevos, pero hay quienes prefieren conservar sus propiedades nutritivas antes de que caduquen en la nevera.
Los huevos y el yogurt comparten el mismo tiempo de congelación, entre 1 y 2 meses, mientras que el queso puede resistir medio año.
