Louisa Eagle, 22, es una chica londinense que asegura que se come entre siete y diez potitos al día para mantener su cuerpo en forma. Y ahora quiere compartir su experiencia para ayudar a los demás: asegura que es un método ideal para que la gente obesa mantenga un control del tamaño de las porciones de su comida.
Según ella, los beneficios son muchos:
“No solo están deliciosos, sino que como los tarros están hechos para bebés, son muy nutritivos y contienen muy poco azúcar, sal u otros aditivos.
No están cocinados y se pueden llevar fácilmente en el bolso.”
Louisa, que mide 1,65, empezó a comer comida para bebés hace alrededor de un año cuando su peso subió a 65 kilos y quiso perder algo de peso.
“Soy una persona muy ocupada y mantener una dieta requería mucho tiempo. Casi todas las dietas requieren que peses la comida para asegurarte de que estás comiendo la cantidad adecuada.
Después necesitas cocinarla. Y si eres como yo a menudo necesitas coger algo rápido mientras tienes un rato libre.”
Louisa se encontró con la dieta de comida para bebés, que consiste en reemplazar una o dos comidas al día con compota de alimentos que tengan solo entre 20 y 100 calorías cada uno. Es una dieta extraña pero que se rumorea que es la que siguen algunas celebridades de Hollywood como Reese Witherspoon o Jennifer Aniston.
Para Louisa, que además es vegetariana, los tarros de potitos fueron la solución perfecta: “estos purés de fruta son deliciosos, como una conserva cara“.
“Otros saben como fantásticos smoothies. Los de cereales y gachas son deliciosos, así como los puddings. Mis favoritos son los de migas de galleta de plátano y las cremas.
Lo mejor de todo, cuando tengo hambre lo único que tengo que hacer es abrir un tarro. También me parecen una forma excelente de comer cinco porciones de fruta y vegetales al día.”
