Antes las tirábamos a la basura

¿Sabías que la cáscara del café vale seis veces más que sus granos?

Si el producto no se queda en ser solo un fenómeno de moda y su demanda sigue creciendo, con el tiempo reemplazará al café, cree una agricultora salvadoreña

¿Sabías que la cáscara del café vale seis veces más que sus granos?
Cáscara de café Pixabay/ Imagen ilustrativa

El café es la bebida que se obtiene a partir de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café (cafeto). Es una bebida altamente estimulante por su contenido de cafeína. Suele tomarse durante el desayuno, después de éste o incluso como único desayuno, aunque también se acostumbra tomarlo después de las comidas o cenas, para entablar conversaciones o sólo por costumbre. Es una de las bebidas sin alcohol más socializadoras en muchos países. Las formas más populares de tomarlo son negro y con leche (con o sin azúcar); también se le suele añadir crema o nata, leche condensada, chocolate o algún licor, dependiendo de la receta hay diversas formas de prepararlo. Se sirve habitualmente caliente, pero también se toma frío o con hielo como en España o Grecia. En España, Portugal, Paraguay y Brasil es frecuente el consumo de café torrado o torrefacto, es decir, tostado en presencia de azúcar, según WP.

El cafeto es originario de la provincia de Kaffa en las tierras altas de Abisinia, actual Etiopía, en donde crece de forma silvestre.​ Las cualidades energéticas del café ya eran conocidas por la tribu Galla de Etiopía en el siglo XI, quienes lo mezclaban con grasa animal.​ Posteriormente sería introducido a Arabia, de donde se expandiría al resto del mundo con el dominio turco de Anatolia.

Actualmente, la planta se cultiva principalmente en países tropicales y subtropicales. Brasil concentra poco más de un tercio de la producción mundial. Los granos del café son uno de los principales productos de origen agrícola que se comercializan en los mercados internacionales y a menudo supone una gran contribución a los rubros de exportación de las regiones productoras.

El cultivo del café está culturalmente ligado a la historia y al progreso de muchos países que lo han producido por más de un siglo. Durante el periodo 2012/2013 se produjeron 8.7 millones de toneladas de café, de los cuales se exportó aproximadamente un 80 % por un valor de 19 100 millones de dólares, mientras que el valor bruto de la industria total asociada al comercio del café se estima en 173 400 millones de dólares. ​ Actualmente, más de 25 millones de fincas familiares en unos ochenta países cultivan alrededor de 15 000 millones de cafetos, cuya producción termina en los 2250 millones de tazas de café que se consumen a diario.

Un café, cafetería o bistro es un establecimiento dedicado a la venta de café y algunos alimentos.

Aida Batlle cultiva café en una granja familiar, sobre las colinas que rodean el volcán Santa Ana, en El Salvador. Al igual que ocurrió por generaciones anteriores, en su finca se le daba poco uso a la cáscara que recubre los granos de café: como mucho, se le utilizaba como un fertilizante barato o, con mayor frecuencia, se botaba como basura, según RT.

No obstante, un día, al pasar junto a unas cascaras que se estaban secando al sol, la mujer sintió un buen olor a hibisco y otros aromas florales. Entonces se dio cuenta de que podía extraer algún valor de lo que durante tanto tiempo había considerado basura. Batlle empapó las cáscaras en agua caliente y obtuvo un sabor. «Inmediatamente comencé a llamar a mis clientes para que lo probaran», cuenta la agricultora a la agencia Bloomberg.

Pero el momento estelar para la cáscara del café –que contiene poca cafeína y tiene un sabor menos pronunciado que sus granos– no llegó sino más de una década después del descubrimiento de Batlle. Así, recientemente, la célebre red de cafeterías Starbucks introdujo nuevas bebidas endulzadas con jarabe de cáscara, y ofrece en EE.UU. y Canadá un ‘relleno de azúcar’ hecho con ese producto. Sus competidores, como Stumptown Coffee Roasters y Blue Bottle Coffee, también empezaron a agregar la sustancia a sus menús, como té y como bebida carbonatada.

Gracias a la demanda de estas cadenas, la cáscara de café alcanza a menudo un precio más alto que el propio grano. Batlle afirma que recibe siete dólares por cada libra (450 gramos) de cáscara, mientras que el precio promedio del café es de 1,20 dólares por libra, el más bajo en los últimos dos años, debido a un exceso de oferta de la variedad arábica en el mercado. Resulta entonces que hoy en día las cascaras de café cuestan seis veces más que sus granos.

Según Bloomberg, para el momento es imposible calcular el volumen de ventas de este novísimo rubro, pero es obvio que todavía son pequeñas. Al mismo tiempo, Battle afirma que vende miles de libras de cáscaras de café por año. Si el producto no se queda en solo un fenómeno de moda y su demanda sigue creciendo, con el tiempo reemplazará al café, cree la agricultora. «Especialmente cuando el mercado tiene precios tan bajos [para los granos de café]», señala Battle.

VÍDEO DESTACADO: Si ves este vídeo no volverás a tirar a la basura los restos del café

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