La cruda realidad es que la foto impresiona. Aparece Alejandra Rubio, a la que hemos visto hecha una preciosidad hace escasas semanas cuando cumplió 18 años y su madre optó por enseñarla a los medios de comunicación, agachada y esquelética.
Está en la playa, solo con un bikini y se le marcan las costillas como se ve en la portada de ‘Rumore‘, que publica un reportaje de la niña y su novio durante una escapada a Málaga.
«Con la edad de mi hija yo pesaba 40 kilos», dice Terelu Campos, su madre, que la defiende.
Quizá, pero la degadez es extrema, alarmante.
La revista alude a la polémica que lleva unos meses rodeando al físico de Alejandra Rubio y pone sobre la mesa una serie de imágenes en las que retrata unos días de descanso de la joven junto a su novio, Álvaro.
«Me parece muy fuerte que se me acuse sin conocerme de tener anorexia, cuando hay gente que de verdad la padece y luchan contra ella», decía la protagonista del reportaje en su cuenta de Instagram.
La nieta de María Teresa Campos, que ha saltado a la fama después de cumplir su mayoría de edad y ser ‘presentada‘ a los medios por su célebre familia, deja muy claro que su cuerpo es natural y que no se ha sometido a ninguna operación estética.
«No me he operado la nariz, no me he puesto botox y no me he puesto pecho porque, principalmente, tengo 18 años».
Alejandra y el DJ Álvaro Lobo aparecen ‘muy enamorados’ en las imágenes publicadas esta semana del viaje de ambos.
Alejandra, que en 2018 ha cumplido su mayoría de edad, es hija del empresario Alejandro Rubio y de la televisiva Terelu Campos.